sumario
cómic
contacta
 


Breve historia del cómic (IV). La universalización del humor
Marc Montijano Cañellas
29/05/2007


Después del periodo de crisis padecido durante los años de guerra y de posguerra, hacia 1950 se asistió en Estados Unidos y en Europa a un progresivo renacimiento de este medio expresivo que conduciría incluso a nuevos y audaces planteamientos estéticos.

Pogo, de W. KellyEl renacimiento de los cómics estadounidense fue especialmente visible en el campo humorístico, debido al repliegue de los héroes épicos tras la guerra y las amenazas censoras, pero también como fruto de la expansiva competencia de la narrativa televisada, que a partir de este periodo condicionaría la evolución tanto del cine como de los cómics. En el campo satírico rompió el frente la excelente tira Pogo (1948), de Walt Kelly [Nota 1], que utilizó incisivas fábulas animales, para comentar con agudo acento crítico la realidad política y social.

El nuevo enfoque adulto y polémico de Pogo estaría también presente en Peanuts [Nota 2] (Carlitos), 1950, tira con la que Charles M. Schulz, renovó drásticamente los supuestos de la Kid strip tradicional. Protagonizada por Charly Brown y Snoopy, a lo largo de su historia la tira cómica gozó de un enorme éxito que fue en continuo aumento hasta la muerte de Schulz en el año 2000.

A este nuevo ciclo infantil perteneció también Dennis the Menace (1951), (Daniel el Travieso [Nota 3]), de Hank Ketcham, el famoso niño que le hace la vida imposible a su vecino, el jubilado señor Wilson.

B.C. de J, HartEn la tradición de la family strip se abrió paso la serie B.C [Nota 4] (1958), de Johnny Hart, ambientada en la prehistoria y que permitió a su autor satirizar el concepto de civilización y las raíces de la conducta humana. William Hanna y Joe Barbera (autores de Tom y Jerry [Nota 5]) situaron también en la Edad de Piedra la serie The Flinstones (Los Picapiedras, 1959), transponiendo utensilios y costumbres de la vida doméstica actual a la era cavernícola.

William Hanna y Joseph Barbera, merecen una mención a parte ya que han contribuido maravillosamente a la difusión del cómic a través de la televisión creando series y personajes míticos, que forman ya parte del imaginario colectivo de la sociedad occidental. Hanna y Barbera trabajaron juntos por primera vez en el estudio de animación de Metro-Goldwyn-Mayer en 1939. Su primer proyecto como directores fue un dibujo animado titulado Puss Gets the Boot (1940), que sirvió como la primera aparición de los personajes Tom y Jerry. De un modo sintético y sin extendernos muchos, ellos son los creadores de Los Picapiedra (1960), El Oso Yogui (1961), Don Gato (1961), Maguila Gorila (1963), Los autos locos (1968), Scooby-Doo, Where Are You! (1969), Pebbles & Bamm-Bamm (1971), Los Pitufos (1981), creados por el historietista belga Peyo (Pierre Culliford 1928-1992), pero popularizados por la serie animada de televisión de los estudios Hanna-Barbera; Richie Rich Show (1982), Los Snorkels (1984). O los éxitos más recientes de su compañía El Laboratorio de Dexter (1996), Johnny Bravo, Cow and Chicken y Yo soy La Comadreja (1997).

A día de hoy, su estela sigue viva aunque sus creadores William Hanna (1910-2001), y Joseph Roland Barbera (1911-2006), ya han fallecido. Actualmente, el nombre Hanna-Barbera [Nota 6] se mantiene en los créditos de las series clásicas como Los Picapiedra o Scooby-Doo, pero el estudio que hace el trabajo es Cartoon Network Studios, que continua con la tradición de la antigua compañía creando series animadas.

En Europa destaca a finales de los cincuenta otra serie capital. En 1959, el guionista René Goscinny, que colabora en la serie del cowboy Lucky Luke [Nota 7], ideó al minúsculo y forzudo guerrero galo Asterix [Nota 8], que, dibujado por Albert Uderzo, iba a convertirse en el cómic más popular del área francófona.

Asterix y ObelixAstérix vive alrededor del año 50 a.C. en una aldea al noroeste de la Galia, la única parte del país que no ha sido conquistada aún por los romanos, los ejércitos de Julio César. Los habitantes de la aldea adquieren una fuerza sobrehumana tras beber una poción mágica preparada por el druida Panorámix. La historia es de sobras conocida y ha sabido cautivar a millones de lectores. Se han editado una treintena de álbumes con las aventuras de Asterix y Obelix, así como se han rodado varias películas de animación basadas en estos personajes.

Un elemento clave en el éxito Asterix, que es común en la mayor parte de las obras que estamos analizando, es el hecho de que contiene elementos cómicos para lectores de distintas edades, por lo que gozan de un público amplísimo. Niños y adultos disfrutan con la lectura y la contemplación de estas obras, atrayéndoles por igual aunque por diversos motivos. Lo mismo ocurre con Peanuts, y sucederá con muchas de las obras que analizaremos a continuación.

Cronológicamente la primera de ellas es Mafalda. La universalización del cómic latinoamericano resultó clamoroso con la insolente e ingeniosa niña Mafalda [Nota 9] (1964), de gruesa cabeza sobre diminuto cuerpo, obra del argentino Quino (Joaquín Salvador Lavado); aquélla encabezaba un clan formado por Manolito, Felipe, Susanita, Miguelito y el bebé Guille, opuesto polémicamente como réplica airada a las pandillas de niños neuróticos y bien alimentados de las tiras estadounidenses.

Mafalda, por QuinoMafalda es una niña precoz, contestataria y ferozmente polémica, se cuestiona el estado del mundo tomando como a testigos a sus padres a los que desorienta con su aplomo y sus preguntas. Un enfant terrible dentro de una familia media prototípica. En Mafalda, Quino describe una sociedad angustiada por unas perspectivas inquietantes, los personajes infantiles interpretan de una manera racional la historia, cuestionando constantemente el mundo de los adultos. Es una obra sencillamente genial, que puede ser leída y releída y que con el paso de los años no ha perdido actualidad. Las guerras son diferentes pero son la misma, al igual ocurre con las demás miserias morales y sociales de la humanidad.

Continuando en el continente americano, en Estados Unidos a pesar del peso que posee en el campo de los superhéroes, es por suerte también bastante rica en el apartado humorístico. Un buen ejemplo de ello es la tira de Jim Davis, Garfield [Nota 10], uno de los mayores fenómenos del cómic norteamericano, galardonada en 1982 y 1986 con el premio a la mejor tira diaria humorística otorgado por la National Cartoonist Society. Garfield nació en 1978 ya en ese momento se publicaba en una cuarentena de periódicos, pero menos de diez años después, aparecía en más de dos mil periódicos y magazines de todo el mundo. La tira cómica, tiene como protagonistas al gato Garfield, al no demasiado despierto perro Odie, y a su dueño, el torpón Jon Arbuckle (Jon Bonachón en el doblaje argentino y chileno), especialmente desafortunado en su vida amorosa.

Otra serie mítica es Lupo Alberto [Nota 11], cuya trama se desarrolla en la periferia que rodea la granja de los Mac Keizie, es tal vez menos conocida que Garfield pero también muy interesante. Este pobre lobo perpetuamente hambriento, está Le Petit Spirouenamorado de Marta, una gallina, y tiene que enfrentarse con Mosé, el perro guardián de la granja. Lupo Alberto se tiene que ver a escondidas con Marta, evitando al gran Mosé, auque casi siempre este último acaba pillando a Lupo Alberto. Creado por dibujante italiano Silver (Guido Silvestre. Modena, 1954), este cómic recreó de manera agradable el género animalista y además conquisto la pequeña pantalla gracias a las series de dibujos animados.

Dentro del cómic de humor no hay que olvidar tampoco, la obra belga del dibujante Janry y el guionista Tome, Le petit Spirou, creada en 1987. Le Petit Spirou no es otro que el personaje Spirou (creado por Rob-Vel en 1938), cuando era pequeño. Tome y Janry, también animadores de la serie clásica, tuvieron la genial idea de poder en escena a la primera juventud del célebre trotamundos. Como todos los niños el pequeño Spirou va a la escuela, aunque pasa su tiempo en espiar por el agujero de la cerradura del vestuario de las niñas y en padecer diversos castigos. El pícaro chiquillo y sus camaradas, vuelven loco a Don Langélusse, un inocente cura y buen hombre desbordado por los acontecimientos.

Cerraremos este breve repaso al cómic de humor posterior a la II Guerra Mundial con una obra destacadísima de humor inteligente. La protagonizada por el pequeño Calvin y su peluche Hobbes. Bill Watterson (guión y dibujo) realiza en 1985 Calvin and Hobbes [Nota 12], una de las mejores creaciones humorísticas estadounidenses de los últimos años.

Calvin y Hobbes es una popular tira cómica de Bill Watterson [Nota 13], basada en las divertidas peripecias de Calvin, un imaginativo niño de 6 años y su sarcástico tigre, Hobbes. Gracias a un ingenioso sentido del humor y a unos comentarios verdaderamente hilarantes, Watterson demostró que las tiras cómicas pueden ser intuitivas e intelectuales, al tiempo que divertidas.

La tira se ubica en la actualidad, en un típico barrio estadounidense. Ninguna tira da pistas acerca de la ubicación exacta del hogar de Calvin. Los diversos tópicos que abarca la serie son acerca de las fantasías imaginadas por Calvin, su amistad con Hobbes, sus travesuras y sus relaciones con sus padres, compañeros de clase, profesores y otros personajes de la sociedad.

Watterson combatió constantemente contra las diversas cosas que él sentía que abarataban su cómic, que devaluaban a los personajes y sus personalidades [Nota 14]. Esto también explica su constante negativa a permitir que la tira cómica se convirtiera en una serie animada. Watterson peleó ante la presión de editores de manera exitosa, hasta el final de su carrera como dibujante, que fue un tanto prematura [Nota 15]. La última tira de Calvin y Hobbes fue publicada el 31 de diciembre de 1995.

La actitud combativa del dibujante Bill Watterson nos lleva a plantearnos una cuestión fundamental, queda espacio para el arte en una serie de gran éxito. Un personaje de cómic cuando alcanza una gran notoriedad suele ser devorado por la industria, se desnaturaliza, se despersonaliza. El mercado lo destruye, lo regula y una vez desalmado lo exhibe en multitud de productos como un reclamo más, como otra opción dentro del universo consumista. Watterson es un ejemplo admirable y muy escaso de valentía y de fuertes convicciones profesionales.

Pero analicemos ahora el hecho desde otra perspectiva, no menos cierta. Si no hubiesen existido personajes geniales como Charles M. Schulz, el creador de Charly Brown y Snoopy; o los míticos William Hanna y Joseph Barbera, con sus cientos de personajes a cada cual más entreñable; si no hubieran ideado sagas de superhéroes destinadas al consumo masivo, como Batman, Superman o Spiderman; y sobre todo si el género no hubiera interesado a grandes industrias dispuestas a lucrarse con él, que estrujaron y siguen estirando su potencial, pasando por encima de presupuestos estéticos, artísticos o morales, el cómic no habría llegado a donde ha llegado hoy día. No formaría parte de nuestras vidas, en definitiva, no se habría universalizado su cultura.

Dejemos en el aire la última reflexión, enmarcada en esta inmensa contradicción. El humor cáustico del destino.



Nota 1: En 1941 Walt Kelly dejó los estudios de Walt Disney. Fortalecido por su experiencia grafica decidió crear su propia serie, Bumbazine and the singing Alligator, Pogo desempeño un papel secundario en esta serie. Unos años más tarde Walt Kelly se convirtió en director del New York Sart. Allí retomó Pogo bajo la forma de tira diaria a partir del 4 de octubre de 1948. En enero de 1949 su periódico se declaró en quiebra, sin embargo, Pogo reapareció en mayo del mismo año distribuido en todo el territorio Norteamericano por el Post Hall Syndicate. En pocas semanas los medios intelectuales de Estados Unidos saludan su renacimiento, contribuyendo de esta forma a su verdadero auge y consolidación. Detrás de esta ficción en realidad se oculta una fábula social y política -Joseph McCarthy, Fidel Castro y Nikita Jrudchov se encuentran en tiempos traspuestos y bajo forma animal-, una visión amarga y delirante del american way of life y una carga gigantesca contra la intolerancia y la invecilidad. Walt Kelly realizó la serie hasta su muerte en 1973.

Nota 2: En 1948 Charles Monroe Schulz realizó una ilustración humorística cotidiana poniendo en escena a una banda de niños titulada Li´l Folks y publicada en St Paul Pionner Press. Dos años más tarde después de un pleito con la empresa, recuperó sus derechos e hizo gestiones con diversos editores, a lo que propuso retomar algunos de sus personajes bajo la forma de tira regular. Los responsables de United Feature Syndicate aceptaron su propuesta, con la condición de que la serie fuera rebautizada Peaunuts, titulo considerado con mayor gancho. Al principio los protagonistas eran cinco: dos varones, Shermy y Charlie, dos niñas, Patty y Violet, y un perro, Snoopy. Charly Schulz puso el acento sobre Charly Brown y Snoopy. Entre 1951 a 1953, su creador depuro el dibujo, además de dar nacimiento a tres personajes importantes de la serie: el músico virtuoso Schroeder, la temible Lucy y su genial hermano Linus.
Esta serie que funciona sobre el principio de running gags (donde cada una de las situaciones se inspira de la tira precedente y encuentra a veces la conclusión en la siguiente) aún después de cincuenta años de existencia logra sorprender. En la década de los 90 la serie se difunde en más de dos mil diarios de setenta países. El éxito fue tal que su creador logró amasar la séptima fortuna de Estados Unidos. Charles Monroe Schulz, nació el 26 de noviembre de 1922 en Minneapolis, Estados Unidos y falleció el 12 de febrero de 2000 en Santa Rosa, Estados Unidos.

Nota 3: Dennis the Menance es un niño de cinco años, rubio, con un mecho rebelde y una sonrisa angelical. Pero a pesar de ese aspecto encantador, el chaval es un verdadero trasto, digan lo que digan sus padres Henry y Alice Mitchell. Detrás de ese cómic se oculta una visión crítica de la middle class norteamericana. Ese enfoque explica, sin duda, que la serie tuviera un éxito tan enorme al otro lado del Atlántico. En 1951 appareció en forma de tira diaria. Al año siguiente, la realización de una página dominical asentó su reputación.

Nota 4: El cómic intelectual pone en escena una divertida banda de trogloditas, que evolucionan en una prehistoria bastante folclórica. Estos personajes pasan el tiempo discutiendo entre ellos, y contemplando un mundo del que no comprenden nada. Entre los personajes que aparecen destaca B.C. (Before Christ / Antes de Cristo), quien da título a la serie; hombrecillo ingenuo y descuidado. Esta historieta pretende ser una sátira de ela humanidad en general y del medio intelectual en particular. Hart privilegia la elipsis y los trazos rápidamente esbozados, con unos diálogos reducidos a la mínima expresión.

Nota 5: Tom y Jerry aparecieron por primera vez en 1939 en Puss Gets the Boots, un cortometraje de dibujos animados realizado por William Hanna y Joseph Barbera, y producido por Fred Quimby para la Metro-Golwyn-Mayer. Enseguida empezaron a producir otros muchos, hasta convertir a Tom y Jerry en estrellas internacionales. En septiembre de 1948 fueron adaptados al cómic. Pero el resultado de esta adaptación, por lo general, resulta poco convincente.

Nota 6: William Hanna y Joseph Barbera trabajaron juntos por primera vez en el estudio de animación de Metro-Goldwyn-Mayer en 1939. Posteriormente, en 1944, Hanna, Barbera y, el director de MGM, George Sidney formaron H-B Enterprises. Después de una racha de galardones en la que Hanna y Barbera ganaron ocho premios Oscar, MGM cerró su estudio de animación en 1957. Hanna y Barbera contrataron a la mayoría de los empleados de MGM para H-B Enterprises. En 1960, H-B Enterprises fue renombrada Hanna-Barbera Productions, y se convirtió en un líder dentro de la producción de animación para televisión. H-B también se alió con Ruby-Spears Productions, que fue fundado en 1977 por los empleados de H-B Joe Ruby y Ken Spears. Taft Broadcasting, socio de H-B, compró Ruby-Spears de Filmways en 1981. En 1990, Taft Broadcasting cayó en bancarrota, y Hanna-Barbera y Ruby-Spears fueron puestos a la venta. En 1990, Hanna-Barbera y gran parte de los trabajos de Ruby-Spears fueron adquiridos por Turner Broadcasting. La compañía fue comprada por Turner Broadcasting, con el objetivo de usar los cerca de 300 dibujos animados del estudio para su nuevo canal de televisión por cable llamado Cartoon Network. Alrededor de 1999, el nombre de Hanna-Barbera comenzó a desaparecer de los nuevos programas, siendo reemplazado por Cartoon Network Studios.

Nota 7: Lucky Luke es un personaje de cómic franco-belga, que juega entre la parodia y el tributo al mítico oeste americano, creado por el dibujante belga Maurice de Bévère 'Morris' (1923-2001). La serie contó con múltiples guionistas, el más famoso de los cuales es René Goscinny (1926-1977).

Nota 8: El verano de 1959 el semanario Pilote toma forma poco a poco. Goscinny y Uderzo, buscan crear una nueva serie. Una de las ideas los atrajeron especialmente: la adaptación de Roman de Renart. Tras muchos ensayos realizaron incluso algunas planchas y comenzaron a enseñarlas a los amigos, pero Raymond Poïvet les anunció que Jen Trubert también estaba adaptando esa obra maestra de la litaratura francesa. A partir de ese momento los dos se lanzaron a buscar otro argumento con urgencia. Tomaron la cronología histórica y se remontaron poco a poco en el tiempo hasta que se impuso la imagen de un galo. Goscinny conservó el final de Vercingétorix y comenzó a añadir esa silaba 'ix' como sufijo del nombre de todos sus presonajes. Quedaba por perfilar el campo contrario, los romanos. Mediante el mismo sistema añadieron la terminació 'us'. Uderzo que preparaba los personajes, abandonó rápidamente la idea de un Astérix grande y musculoso con un casco alado en beneficio de un hombrecillo pequeñito, bigotudo y de físico poco atrayente. Obelix se beneficio de una estatura más envidible, pero resulto susceptible y glotón. Les aventures d´Astérix (Las aventuras de Astérix) debutan así en el primer número de Pilote.
Por poner cifras, Astérix llevaba doscientos cincuenta millones de álbunes vendidos en todo el mundo entre 1961 y 1993.

Nota 9: En 1962, la empresa argentina de electrodomesticos Mansfield se puso en contacto con Quino, para realizar un cómic publicitario protagonizado por un grupo de chavales. La agencia quería una tira con ciertas características: Típica familia media y que un personaje tuviera el nombre con dos letras de la marca: una M y una A. Quino esbozó unos personajes entre los que se encontraba Mafalda. Aunque el proyecto inicial quedo inédito, Mafalda hizo su primera aparición dos años más tarde en la revista Primera Plana de Buenos Aires, entonces era el semanal informativo argentino más importante. La revista le encargó en 1964 una colaboración fija, satírica pero 'innovadora' y Quino decidió recuperar a Mafalda, sacándola del baúl y dándole vida a través del papel. Es el inicio de una larga aventura para la pequeña respondona que llegará a ser uno de los personajes más populares nacidos de la mano de un dibujante.

Nota 10: Si se da crédito a la anécdota, Jim Davis pasó la juventud en una pequeña granja de Indiana, rodeado de veinticinco gatos. De ahí que resulte lógico que con unos pocos trazos, una cuantas líneas esenciales, haya sabido describir las mil y una facetas de la especie felina. A este respecto Garfield es un modelo en su género.

Nota 11: Lupo Alberto apareció por primera vez en 1973 en Undercomics, un magazine que no paso del número cero. Al año siguiente la serie tuvo una destacada reaparición en Il Corriere dei ragazzi y después, en Eureka y en muchos periódicos.

Nota 12: Calvin es un niño de cinco o seis años, que tiene mucha imaginación e inventa historias que acaba creyéndoselas. Su amigo Hobbes, un tigre de peluche que cobra vida en todas las fantasías de Calvin, le acompaña siempre. Así se desarrollan aventuras safari, como exploradores de selvas desconocidas, en el oeste, batallas contra dinosaurios, viajes espaciales, etc. Según se cuenta, Bill Watterson hizo grandes de esfuerzos para que algún editor aceptara su tira. A pesar de las dificultades iniciales, en menos de un año se publicaba en todo el mundo y su éxito fue creciendo con el tiempo.

Nota 13: William B. 'Bill' Watterson II nació el 5 de julio de 1958 en la ciudad de Washington, D.C. Es el autor de la tira cómica Calvin y Hobbes, publicada por primera vez el 18 de noviembre de 1985, que se ha publicado en más de 2.400 periódicos y se han impreso casi 23 millones de ejemplares de sus 17 libros recopilatorios.

Nota 14: Watterson dedicó gran parte de su carrera a tratar de cambiar el ámbito de los cómics. Luchando por que primara su valor artístico frente a las ataduras y encorsetamientos de los editores. Además, debido a sus profundas convicciones anticomerciales, prácticamente no existe ningún producto (tazas, camisetas, peluches, etc.), vinculado a la tira, fuera de las mismas viñetas. Aún así, su gran popularidad ha inducido a la creación de merchandising no autorizado.

Nota 15: Bill Watterson se tomó dos períodos sabáticos, de mayo de 1991 a febrero de 1992, y de abril a diciembre de 1994. Y finalmente en una carta breve que los editores publicaron el 9 de noviembre de 1995, Watterson anunció su retiro a la edad de 38 años. Agradeciendo el apoyo recibido pero esgrimiendo otras inquietudes profesionales. Desde su retiro, Bill Watterson se ha dedicado a la pintura.