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The surrogates: aterrador futuro
Fernanda Bargach-Mitre
01/09/2011



FICHA TÉCNICA DE 'THE SURROGATES'

The surrogates+ Dirección: Jonathan Mostow
+
Guión
: : Michael Ferris y John Brancato; basado en la novela gráfica de Robert Venditti y Brett Weldele
+ País: USA
+ Año: 2009
+ Duración
: 90 min.
+ Interpretación
: Bruce Willis (Greer), Radha Mitchell (Peters), Rosamund Pike (Maggie Greer), James Francis Ginty (Canter), James Cromwell (Canter adulto), Ving Rhames (el Profeta), Michael Cudlitz (coronel Brendon), Boris Kodjoe (Andrew Stone), Jack Noseworthy (Miles), Devin Ratray (Bobby).
+ Producción: Max Handelman, David Hoberman y Todd Lieberman
+ Montaje: Kevin Stitt y Barry Zetlin
+ Música: Richard Marvin
+ Fotografía: Oliver Wood.
+ Vestuario: April Ferry
+ Diseño de producción: Jeff Mann


Dirigida por Jonathan Mostow y basada en la Novela gráfica de Robert Venditti y Brett Weldele creada en 2005, The Surrogates (Los Sustitutos/2009), es un film de ciencia ficción, que además de ser verdaderamente entretenido durante sus 90 vibrantes minutos de duración, nos plantea dilemas éticos y morales de envergadura y que fácilmente conforman un analogía a los principios huecos que rigen la sociedad moderna, veneradora de la imagen y el aspecto perfecto.

Protagonizada por un correcto Bruce Willis, que atrapa con su indiscutible magnetismo ante las cámaras, estamos frente a la historia de un mundo donde los humanos viven aislados en sus casas y conectados a un robot sustituto, que es el que se desempeña e interactúa socialmente. A través del robot los humanos se refugian en la seguridad de su hogar, mientras eligen el avatar de su preferencia para encarar el día a día, que puede ser una versión mejorada del verdadero aspecto o por el contario un cuerpo totalmente distinto.

  

Por supuesto en esta sociedad de robots, todo es perfecto aparentemente, los personajes lucen flacos y en forma, con preciosos dientes blancos y una imagen de revista. No hay crimen, no hay muertos en accidentes, ya que el avatar puede morir pero su dueño esta confortable en su casa conectado por control remoto. Todo parece ir sobre ruedas hasta que ocurre lo impensable, un robot es atacado y su destrucción implica la muerte de la verdadera persona conectada a él. Este hecho implica que toda la sociedad está en riesgo y que la supuesta inquebrantable seguridad de usar los robots no es tal. Todo explota cuando dos agentes del FBI (Willis y Radha Mitchell) son asignados para investigar el misterioso asesinato impensable hasta el momento y que además resulta ser de un estudiante universitario hijo del hombre que participó en la creación del fenómeno high-tech de los sustitutos, siendo reconocido como el padre de esta tecnología.

El desencantado y angustiado policía protagonista, que ya venía sintiendo zozobra con el uso de los sustitutos, tendrá que dejar de usar su avatar para poder llevar a cabo la investigación. Los robots ahora corren riesgo porque existe un aparato que puede eliminarlos junto a su dueño conectado. Willis tendrá que averiguar quién ha inventado el mortal artefacto y su investigación lo llevara a descubrir conspiraciones y secretos bien guardados.

  

Se trata de una película inquietante en su planteamiento existencial así como llena de buen suspenso. En el mundo actual donde existen juegos para tener una segunda vida virtual, la expansión de esta premisa a una realidad plástica, a full color y ficticia, donde no hay verdadera interacción humana, es aterradora y nos lleva a reflexionar sobre la importancia de cambiar una escala social de valores que imponen tipos de belleza y modelos de éxito que son difíciles de alcanzar por la mayoría de las personas y que inevitablemente se siente frustradas de no lucir como modelos publicitarios olvidándose que está en nuestras manos cambiar estos patrones establecidos y dar importancia a la esencia humana, a su belleza interior, su riqueza basada en la diferencia, en el ser únicos e irrepetibles.

Si bien el film toma cosas de otras películas de ciencia ficción como Blade Runner, Matrix, Total Recall, entre otras tiene una factura interesante, un estilo visual propio, y es movilizadora en su mensaje. Es sin duda un poco inverosímil, con algunos giros predecibles y lamentablemente lo que podría haber sido una película antológica se queda en el camino aunque tiene suficiente fuerza para ser impactante. Se suma el hecho de contar con el aura de Bruce Willis, sin el cual la cinta no hubiese sido la misma.

     

En un mundo con el auge de la cirugía estética, donde la obsesión por la imagen es aterradora, este film pone el dedo en la llaga sobre esta errónea y hueca forma de ver el mundo que requiere o más bien obliga a la reflexión y revisión de nuestros propios valores: Somos mucho más que el cuerpo que nos contiene…somos alma, espíritu, y calidad humana.