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Polaroids: Mapplethorpe
Jorge Martín Vila
03/06/2008


Desde que la compañía estadounidense Polaroid anunció en Febrero que terminaba la producción de la famosa película instantánea y que las provisiones existentes se acabarían a finales de este año, artistas como Chuck Close o Lucas Samaras han pasado por auténticos calvarios. Nada puede reemplazar a las cámaras Polaroid, dicen; incomodas, anticuadas, feas y sin embargo milagrosas. Las tan queridas fotografías instantáneas no podrían haber deseado un lugar mejor para su despedida que la exposición de Robert Mapplethorpe en el Whitney Museum de Nueva York.

Cuando apenas tenía veinte años, allá por 1970, Mapplethorpe llegó a hacer más de mil quinientas fotografías con cámaras Polaroid. Este hecho sorprenderá a muchos admiradores, más familiarizados con sus fotografías de estudio de los años 80, tan pulcras y estudiadas. ‘Polaroids: Mapplethorpe’ es una muestra que se compone de mas de cien ejemplos pertenecientes a la Robert Mapplethorpe Foundation y que en su mayoría, son presentados por primera vez al público.

MAPPLETHORPE, Robert, ‘An untitled’ 1972 autorretrato, Solomon R. Guggenheim Museum   MAPPLETHORPE, Robert, ‘Untitled (Nicholas Black, London)’ (1973), Robert Mapplethorpe Foundation 

En ellos encontramos todo tipo de temas: retratos, bodegones, erótica… Todas las líneas argumentales del trabajo de un Mapplethorpe más maduro las encontramos ya aquí, pero presentadas de una manera mucho más espontánea. Como el propio fotógrafo dijo una vez, ‘Si necesitara dos semanas para crear una obra, perdería todo el entusiasmo. Se convertiría en un acto de trabajo y todo el amor desaparecería’.

Lo que esta exposición nos ayuda a entender es que Mapplethorpe aprendió a mirar a través de la cámara con su Polaroid. Este instrumento de captura instantánea de la realidad, le acompañó en su crecimiento artístico y personal. Las primeras Polaroids de Mapplethorpe datan de 1970, justo el momento en el que empezaba a explorar y también a jugar en cierta manera, con su sexualidad.

MAPPLETHORPE, Robert, ‘Untitled (Patti Smith)', a 1973 Polaroid, Collection of Robert Mapplethorpe Foundation   Robert Mapplethorpe’s ‘Untitled (Patti Smith)', 1973 Polaroid, Collection of Robert Mapplethorpe Foundation  

Sus primeros autorretratos son francamente ‘auto-eróticos’. La cámara Polaroid le servía a la perfección para esa inmediatez sórdida que buscaba, en una época en la que no había teléfonos móviles o cámaras digitales. En lugar de tener que rebuscar en las revistas pornográficas las poses que deseaba para sus fotografías, como solía hacer en sus primeros collages, ahora sólo necesitaba probar consigo mismo.

Debido a que se trata del Museo Withney de Nueva York, Estados Unidos, la exposición no incluye algunas de las fotografías más provocativas de toda esta época. Sí que es verdad que prácticamente toda la producción ha quedado recogida en el maravilloso catalogo. Pero en cierta manera, esta omisión nos aparta un poco de la apreciación de la línea de trabajo seguida por Mapplethorpe, a la hora de configurar sus secuencias fotogénicas. Digamos que nos interrumpe el proceso de seducción del entonces joven fotógrafo, hacia su cámara.

Robert Mapplethorpe’s ‘Untitled (Patti Smith)', Polaroid, Collection of Robert Mapplethorpe Foundation   MAPPLETHORPE, Robert, Plate 179. ‘Untitled (self-portrait)’. 1973/75

La tecnología que las maquinas Polaroid proporcionaban en aquella época, eran tremendamente útiles a la hora de hacer sesiones de fotos. Este hecho es particularmente significativo en los retratos realizados a su amiga Patty Smith. Ambos compartían habitación en el Chelsea Hotel. La intencionadamente distante Señorita Smith, cruza sus brazos, dobla las rodillas, posa con las manos en los bolsillos, pero queda palpable un pequeño esbozo de sonrisa, que nos acerca a esa relación de amistad e intimidad que ambos artistas mantuvieron durante tanto tiempo. Algunas de estas imágenes respiran gran vulnerabilidad y ternura, algo prácticamente inexistente en los trabajos posteriores del artista.

Fue en el verano de 1972 cuando Mapplethorpe mostró sus Polaroids a Sam Wagstaff, quien se convirtió en su amante, mentor y benefactor. Wagstaff era un comisario de arte contemporáneo con un ojo especialmente educado en la fotografía. Bastante más mayor que Mapplathorpe (le doblaba la edad), se acababa de comprar un apartamento en Nueva York con su pareja, el músico Allen Lanier (miembro de la Blue Oister Cult) gracias a una suculenta herencia familiar. Entre otras muchas cosas, Wagstaff le compró a Mapplethorpe un loft que le servio de apartamento y a la vez, de estudio fotográfico.

En ocasiones Mapplethorpe también creó montajes con sus fotografías, pero en esta muestra, solo se exhiben dos ejemplos. Uno data de 1973 y se compone de cuatro fotografías de su amigo, el Brooklynita Candy Darling, repintadas con pastel. El otro, también de 1973, conforma una cuadricula compuesta por seis fotografías en las cuales, retratos pícaros de Mapplethorpe y David Croland, su amigo y uno de sus primeros amantes, se alternan con imágenes de una escultura pública.

MAPPLETHORPE, Robert, ‘Untitled (invitation to Light Gallery opening)’, 1973, Embossed gelatin silver print with adhesive dot and Polaroid film sleeve, 10.5 x 13 cm., Robert Mapplethorpe Foundation  MAPPLETHORPE, Robert, Plate 148. Untitled (Charles and Jim). 1973

En los trabajos de los dos años siguientes, Mapplethorpe sigue representando el cuerpo humano de una manera muy cercana a la estatuaria griega. Por lo general se trata de cuerpos atléticos y jóvenes, aunque no necesariamente masculinos. Hay varias imágenes que muestran bailarines y actores posando en pedestales o junto a columnas. También, a la vez que iba realizando estos estudios de la anatomía humana, el fotógrafo seguía con sus juegos eróticos plasmando a sus amigos y a sí mismo, con todo tipo de máscaras, arneses y otros accesorios sexuales. Pero incluso estas fotografías de temas más oscuros, presentan los cuerpos de una manera casi marmórea.

Sus puntos de referencia para estos trabajos más trasgresores eran los fotógrafos americanos de finales de los años 60, quienes retrataron a una parte de la sociedad más olvidada o marginada. Diane Arbus, por ejemplo, fotografió artistas de circo, travestís, drag queens, etc. Larry Clark, por su parte, retrató a los jóvenes drogadictos de Tulsa (Oklahoma), su ciudad natal. Al igual que Arbus y Clark, Mapplethorpe también se introdujo en este submundo por el que sentía una especial simpatía. Pero él supo mantener en todo momento un mundo paralelo; cuando no estaba fotografiando alguna de sus conquistas o algún amigo, realizaba retratos de la elite cultural newyorkina, a la cual empezó a conocer en 1973, año en que su carrera artística fue públicamente lanzada.

MAPPLETHORPE, Robert, Plate 159. Untitled (Marianne Faithfull). 1974   MAPPLETHORPE, Robert, Plate 113. Untitled (Lucy, Paris). 1971/73   MAPPLETHORPE, Robert, Plate 74. Untitled (Jamie). 1970/73

A mediados de los años 70, Mapplethorpe ya se ha ganado el reconocimiento de la alta sociedad creativa del Nueva York más elitista y empieza a ser capaz de ganarse la vida a base de retratos. Las Polaroids de esta etapa son un autentico archivo social de la época: Ozzie Clark, Clarissa Dalrymple, Henry Geldzahler, etc. En estos retratos, su increíble dominio de la cámara casi hace olvidar que se trata de una herramienta de fotografía instantánea. Solamente las imágenes de Marianne Faithfull, sosteniendo una taza de te, y las de Henry Marden, semioculto tras una rama, nos recuerdan la inmediatez de los primeros retratos de Patty Smith.

En el año 1975, Wagstaff le regaló a Mapplethorpe una cámara Hasselbald, comúnmente utilizada por fotógrafos de estudio a la hora de realizar retratos de alta resolución. Fue entonces cuando se terminó el intenso affaire que Mapplethorpe mantuvo con su Polaroid. Incluso, muy raramente volvió a mostrar las imágenes instantáneas tomadas durante este periodo y se lanzó de lleno a la sofisticación y la pulcritud que han hicieron de él, el fotógrafo que todos conocemos hoy.

Todas estas fotografías nos enseñan que Mapplethorpe no nació artísticamente como un fotógrafo especializado en la captura del momento perfecto, con la luz apropiada y la composición adecuada. ¿Cómo hubiera evolucionado su obra si no hubiera experimentado con la cámara Polaroid? Podemos quizás tratar de adivinar, pero tras esta exposición, es difícil de imaginar un aprendizaje mas acertado para uno de los fotógrafos más importantes de la historia del arte.


Índice iconográfico

1. MAPPLETHORPE, Robert, ‘An untitled’ 1972 autorretrato, Solomon R. Guggenheim Museum.

2. MAPPLETHORPE, Robert, ‘Untitled (Nicholas Black, London)’ (1973), Robert Mapplethorpe Foundation.

3. MAPPLETHORPE, Robert, Plate 179. ‘Untitled (self-portrait)’. 1973/75.

4. MAPPLETHORPE, Robert, ‘Untitled (Patti Smith)', 1973 Polaroid, Collection of Robert Mapplethorpe Foundation.

5. MAPPLETHORPE, Robert, ‘Untitled (Patti Smith)', 1973 Polaroid, Collection of Robert Mapplethorpe Foundation.

6. MAPPLETHORPE, Robert, ‘Untitled (Patti Smith)', Polaroid, Collection of Robert Mapplethorpe Foundation.

7. MAPPLETHORPE, Robert, ‘Untitled (invitation to Light Gallery opening)’, 1973, Embossed gelatin silver print with adhesive dot and Polaroid film sleeve, 10.5 x 13 cm., Robert Mapplethorpe Foundation.

8. MAPPLETHORPE, Robert, Plate 148. Untitled (Charles and Jim). 1973.

9. MAPPLETHORPE, Robert, Plate 159. Untitled (Marianne Faithfull). 1974.

10. MAPPLETHORPE, Robert, Plate 113. Untitled (Lucy, Paris). 1971/73.

11. MAPPLETHORPE, Robert, Plate 74. Untitled (Jamie). 1970/73.

  

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DATOS DE LOS AUTORES:

Jorge Martín Vila (n. 1976 Huesca,España), licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. Posee Diseño y Producción Editorial por el Instituto Pilar Lorengar, Zaragoza. Tiene una amplia experiencia profesional, ha trabajado en Lanetro.com y El Aragonés (Periódico), realizando crítica de Arte. Entre sus numerosas publicaciones cabe destacar: Estudio de Poesia Experimental en la Revista AKI Zaragoza o Joaquin Sorolla en la Hispanic Society of New York para el Periodico Valencia Hui. Actualmente es corresponsal en Nueva York de ‘Otro Mundo Es Posible’ y redactor de Homines.com.