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Sistema defensivo en Montefrío:a través de su arquitectura (2ª parte)
Rafael J. Pedregosa Megías
21/11/2011


5. Análisis de la arquitectura militar en Montefrío.

Para la arqueología de la arquitectura habría que tener en cuenta una serie de rasgos básicos: considerar al edificio como un documento histórico, el que la restauración comporta siempre una destrucción del original y una modificación del mismo; habría que usar una serie de instrumentos de documentación y análisis; a través de este último se puede llevar a cabo una labor de la elaboración de n proyecto de restauración, que explique las patologías y alteraciones (QUIRÓS CASTILLO, 2006).

Habrá que tener en cuenta los indicadores arqueológicos, para usarlos de manera análoga a las prácticas llevadas a cabo en los estratos arqueológicos horizontales, para analizar el contexto de la estratigrafía vertical, reconociendo las técnicas constructivas, los motivos decorativos, el acabado de los elementos, etc.

Para el estudio de la estratigrafía muraria hay que tener en cuente varios niveles de información:

1º. Determinaremos el contorno de las grandes masas de obra, los entramados constructivos y los diferentes materiales, registrado sobre una planimetría a escala 1:20 o 1:40, según las necesidades.

2º En una planimetría reflejaremos el contorno de las UEM diferenciadas por sus características formológicas, construcción, decoración, etc., acompañado por la ficha correspondiente.

3º Un nivel más detallado tendremos todas las UEM que se puedan distinguir (teniendo en cuenta el acabado de sus superficies, espesor de las juntas, etc.

Con estos tres niveles se pretende tener el un registro gráfico lo más completo para la interpretación de la estratigrafía muraria. Llegando a identificar a cada UEM en un conjunto más amplio, los cuerpos de fábrica, considerándolos como fábricas cronológicamente unitarias que representan una etapa del proceso formativo de la aglomeración urbana, y por tanto, estratos a todos los efectos (PARENTTI, 1995) así el punto de unión de este método de interpretación en la intervención se basa en el estudio del depósito vertical, determinando las acciones constructivas, identificando las UEM.

El registro de la estratigrafía muraria lo interpretaremos, para comprobar y verificar los tiempos y modos con que se ha formado dicho contexto, para explicar la historia social, la técnica constructiva, las fuentes escritas y la arquitectura.

Por tanto, habrá que tener en cuenta las actuaciones constructivas positivas, es decir, el perímetro de las ampliaciones, las intervenciones de restauración, reintegraciones, etc., así como las negativas, los derrumbes de partes construidas, evolución de los daños, etc. (PARENTTI, 1996).

En cuanto al procedimiento de construcción o a la arquitectura empleada en la construcción de la arquitectura de los elementos que engloban el sistema defensivo de Montefrío, es la mampostería enripiada. Este tipo constructivo está representado ampliamente en numerosas edificaciones, especialmente en aquellas con fines militares, ha sido identificado por varios autores, como fruto de un programa constructivo impulsado por el Estado nazarí, sobre todo en los castillos y torres de frontera (DE LUQUE 2003, MALPICA CUELLO, 2003b). La explicación para que se levantarían estas construcciones puede ser la necesidad de defenderse de unos ataques cada vez más agresivos y de la terrible artillería (MALPICA CUELLO, 1998,2001, 2003a) Será en el siglo XV, con las nuevas guerras entre los diferentes estados y la aparición de los nuevos proyectiles metálicos en la artillería, cuando los castillos y las viejas murallas perderán su eficacia (MORALES, 2001).

Mampostería enripiada      

Se emplea como algo habitual la mampostería, siguiendo el ejemplo de castillos norteafricanos anteriores, como Zagora y Amergo, y de otros cristianos, tales como las murallas de Ávila y el Castillo de Loarre (MALPICA CUELLO, 2003b). Como consecuencia se generaliza uso para la construcción de muros (DE LAS CASAS GOMEZ, 1998), en diversos trabajos como nivelación del terreno, como base de tapial en algunos casos, utilizándose está técnica en recintos fortificados y en estructuras arquitectónicas, independientemente de las épocas, aunque parece que es en los siglos finales de la Edad Media cuando se generaliza (MALPICA CUELLO, 2003a, 2003b), debido al uso generalizado de la artillería a mediados del siglo XIV.

La mampostería, usaría piedras de caliza o pedernal, unidas sin mezcla de barro o calicanto. Los espacios vacíos que quedarán entre los mampuestos se rellenaban con piedras o ripios de pequeño tamaño. O más normal es que se disponga en hiladas regulares ripiando en los puntos en que es necesario para que la horizontalidad de las hiladas no se altere (ESLAVA GALÁN, 1984). Ejemplo que hemos documentado en el análisis de las distintas atalayas que se encuentran en Montefrío.

Al tratarse de una obra promovida por el poder, tiene unas constantes formales claramente identificables. (DE LUQUE, 2003, MALPICA 1998,2003b) Nos encontramos con una mampostería regular, cuyos mampuestos distribuidos en hiladas horizontales, se enmarcan entre verdugadas de ripios y lajas. Es frecuente la alternancia de torres de planta rectangular con otras de planta semicircular, presentes en el caso de Montefrío. Las primeras conforman en sus esquinas a base de sillares. Un llagueado exterior deja los mampuestos a la vista, a modo de vitola.


7. Análisis arquitectónico-descriptivo de las torres-atalayas.

7.1. La Torre del Espinar.

Está situada en el Cerro de la Torrecilla, cerca del antiguo Camino Real de Alcalá la Real a Loja. Sus coordenadas UTM son 411970 N y 4134530 E, y su altitud es de 1.117 m.s.n.m. Se trata de una torre-atalaya de figura cilíndrica y planta circular de 4,60 m de diámetro. Carece de declaración específica, si bien por tratarse de arquitectura militar, le será de aplicación la disposición adicional 2ª de la Ley 16/1985 (MARTÍN GARCÍA, et allii, 1999).

Como se mencionaba en la bibliografía especializada, los restos de esta torre se hallaban enterrados en sus propios escombros, formando un montículo artificial con una altura aproximada de unos 3 m. Con la intervención de 2004 (BELLÓN y PEDREGOSA, 2004) ell objetivo era la limpieza y delimitación del cuerpo principal de la torre para su posterior documentación.

Con la limpieza quedaron al descubierto los restos del cuerpo inferior, macizo, de la Torre del Espinar. La Torre fue construida con hiladas de mampostería enripiada trabada con cal y enlucida igualmente al exterior con cal, formando aparentemente verdugones en torno a las piedras. Quedando al descubierto una altura aproximada de 1.20 metro.

Torre del Espinar. Torre del Espinar. Detalle de los enlucidos Amontonamiento de piedras calizas Organización del majano en hiladas posiblemente adosadas a los restos de la Torre Quebrada.


7.2. Torre Quebrada.

Situada a 1.222 m. de altura, a 4 kms. en dirección norte de la fortaleza de Montefrío. Coordenadas UTM (430.270-4.134.220). En la actualidad sólo conserva una altura de dos metros, es de planta redonda. Es de suponer que sería una torre de grandes proporciones por la altura que forma el cerro y los materiales acumulados a su alrededor. También de suponer que su construcción sería de mampostería. Sus restos estarían localizados bajo un gran montón de piedras en el cerro homónimo (MARTÍN GARCÍA, et allii, 1999). Vigilaba las tierras que limitan con Alcalá la Real, Alto de la Peñuela, Venta de los Agramaderos y S. Agreda. Tenía visión directa con la fortaleza y otras torres del sistema: Los Molinos, Los Anillos en el Sur, y La Torrecilla, al Oeste. Carece de declaración específica, si bien, por tratarse de arquitectura militar, le será de aplicación la disposición adicional2.a de la Ley 16/1985.

Los restos de la torre parecen localizarse efectivamente bajo un gran montón de piedras o majano que habría aprovechado la estructura original para organizarse apilando las piedras en posición vertical y horizontal y en anillos concéntricos en torno a la misma. La organización de la acumulación de piedras de esta manera en torno al cuerpo de la torre supone un ahorro considerable de tiempo y esfuerzo, a la par que se consigue el objetivo de este tipo de estructuras rurales: reducir al mínimo el espacio destinado a la limpieza de los terrenos. Lo que conllevaría una gran intervención de limpieza para poder estudiar el cuerpo y estructura arquitectónica que formaría torre Quebrada.

7.3 La Torre del Cortijuelo.

Situada a 1500 m. de Montefrío, en el Cerro del Cortijuelo. Coordenadas UTM (411.5404.131.990). Es maciza, de planta circular, con una altura conservada de unos 6 m. Tiene buena visibilidad de la Sierra de la Cazuela y de las lomas próximas a Alcalá la Real. Por la parte Oeste se distinguen las torres de los Anillos y del Morrón. Lo que queda de ella está en buen estado de conservación, observándose abundante vegetación en su coronamiento. Su base se encuentra enterrada en los lados NE y SO. Está inscrita en el Registro General de BIC con fecha 22-6-1993. (MARTÍN GARCÍA, et allii, 1999).

El cuerpo de la Torre fue se distingue, en primer lugar, la línea de cimentación de la misma, compuesta por mampostería enripiada trabada con cal, aflorando entre 0,15 y 0,20 m en la zona NO de la misma (Foto 8). Sobre ésta, en la misma zona, son visibles los restos del enlucido originario de cal, que también se conserva de forma irregular al N. El resto de los alzados aparece construido mediante el sistema de encofrado, lo que ya ha sido acertada y convenientemente indicado en la bibliografía especializada (MALPICA CUELLO, 1996). El uso de esta técnica, del que resultan evidentes las huellas de mechinales (Foto 9) explicaría la aparente desorganización de los mampuestos que se observa a primera vista y que se produciría por el acomodo de algunos a los huecos existentes si bien el conjunto mantiene una cierta tendencia a las hiladas horizontales que sólo resulta interrumpida, como en el caso anterior, por las reparaciones o cubrimiento de faltas en los alzados.

Torre del Cortijuelo. Mechinales Línea de cimentación de la Torre del Cortijuelo Posible hueco de acceso o escalera al interior de la torre.

La parte superior de la torre parece presentar un estrecho hueco destinado, aparentemente, a una escalera de acceso al interior de la misma (Foto 10) en correspondencia con un ortostato de piedra caliza erigido verticalmente a modo de jamba en el lado N y acompañado por la presencia de lajas o losas de piedra colocadas de plano a su izquierda. Al igual que en las demás torres, en esta zona superior, nuestro trabajo se limitó a la limpieza de las matas y matorrales que afectaban visiblemente a los paramentos, ya que la retirada de tierras consolidadas u otros elementos de estas zonas puede suponer la desprotección de las mismas ante la agresión de los agentes geomorfológicos externos, lo que supondría la posibilidad de acelerar los procesos de ruina y caída de las estructuras.

El paramento ubicado bajo este hueco, presenta a su vez diversos agujeros posiblemente destinados a una estructura de madera asimilable a una escala que no se ha conservado y cuya desaparición supuso la exposición ambiental de los mismos, lo que explica el mayor deterioro de los alzados en este sector. El cuerpo inmediatamente inferior a este conjunto sería una obra maciza.


7.4. La Torre de los Anillos.

Construida en el Alto de los Molinos, a 2 kms. de Montefrío. Coordenadas UTM (412.440-4.131.310). Es una torre atalaya árabe, fronteriza, de figura cilíndrica, ligeramente tronco-cónica y planta circular, de 6,00 metros de diámetro. Según la bibliografía especializada, está construida con mampostería de dos tipos, siendo en la base de piedras de grandes dimensiones y ligero talud y, sobre ésta, otra en la que se alterna grandes mampuestos con otros de muy desigual tamaño sin formar hiladas (MARTÍN GARCÍA, et allii, 1999) (MALPICA CUELLO, 1996). Conserva restos de enlucido exterior al S y su altura es de 3,5 m. Su estado de conservación es malo, precisando consolidar su coronamiento; además, presenta un gran socavón al E. Controlaba la parte Norte de la Sierra de Parapanda, existiendo visibilidad además de con la torre anterior; con la del Morrón y la de Los Guzmanes. Está inscrita en el Registro General de BIC desde el 22/6/1993.

Torre de los Anillos Estructura de la Torre de los Anillos (O). Reparaciones y parches en la Torre de los Anillos (SE).

Como he indicado, el cuerpo de la torre fue documentado presentando un gran boquete al Este de más de dos metros de altura por uno sesenta de anchura, ya mencionado en la bibliografía anteriormente citada.
En lo que se refiere al cuerpo de la torre, la complejidad del registro observable mediante un análisis detallado de la estructura. Se puede destacar: en primer lugar, la ausencia de paralelos formales y técnicos para la Torre de los Anillos en el conjunto de torres estudiadas; el estado actual de la Torre sugiere que el cuerpo principal de la misma ha sido objeto de numerosas reformas y reparaciones posteriores. Según la bibliografía especializada, la torre fue construida en mampostería de dos tipos: piedras ciclópeas en la base y alternas en el alzado (MARTÍN GARCÍA, et allii, 1999) (MALPICA CUELLO, 1996); sin embargo del análisis de los paramentos se desprende la posibilidad de pensar en una primera construcción con grandes bloques de piedra que, calzados puntualmente con piedras menor tamaño y dispuestos en hiladas más o menos regulares (Foto 12), resulta especialmente visible si recorremos los paramentos de abajo a arriba y desde el SE hasta el NO. La necesidad de reparar las faltas y roturas en los paramentos originales producidas por los avatares históricos del edificio o por la mera acción de los agentes geomorfológicos externos podrían explicar perfectamente las reparaciones que, en forma de parches (Foto 13), pueden ser individualizados en el conjunto estructural. A su vez, prácticamente todo el cuadrante N. de la torre parece haber sido completamente reconstruido, ahora sí, con una técnica de hiladas de mampostería similar a la empleada en otras torres del municipio y la provincia (MARTÍN GARCÍA et allii, 1997), (MARTÍN GARCÍA, et allii, 1999), (MALPICA CUELLO, 1996), lo que, dada la inmediatez de la cornisa rocosa en que se asienta el edificio, podría explicarse por la desaparición o caída antigua de los paramentos originales cuyos restos tampoco se han conservado.

A la hora de establecer las conclusiones definitivas tanto la ausencia de paralelos técnicos y formales con el conjunto de las torres estudiadas, como la generalización del empleo del tapial de cal para este tipo de construcciones defensivas entre los SS. XII y XIII (MALPICA CUELLO, 1998), sugieren la posibilidad de aceptar la existencia de un edificio anterior reformado e incorporado al sistema defensivo de Montefrío (ARGÜELLES MÁRQUEZ, 1995) ya en época nazarí.


7.5. Torre de Los Guzmanes.

Se sitúa a 4 km. de Montefrío, en una elevación a 1.056 m. sobre el nivel del mar; cerca de la carretera que comunica Montefrío con Tocón. Coordenadas UTM (412.900-4.129.730). Es, como las anteriores, de planta circular y maciza, conservando 4,80 m. de altura. Se trata de la torre más aislada de la zona, controlando algunos sectores de la Sierra de Parapanda y especialmente el Arroyo de los Molinos y el Cerro del Cerrajón. Cabe la posibilidad de que entre esta torre y la de Tocón existiese otra, hoy desaparecida que se ubicaría en un cerro próximo, denominado de La Torrecilla. Precisamente este punto completa la línea visual entre Montefrío y Tocón, completando algunos ángulos muertos para las otras torres. Se encuentra en mal estado de conservación ya que, al E, presenta un gran agujero que la ahueca interiormente, posiblemente hecha para buscar el tesoro. Este hueco lo usan actualmente los pastores como refugio, habiéndole adosado por este lado a la torre una pequeña construcción de piedra en seco para agrandar su espacio interior, ya mencionada en la bibliografía (MARTÍN GARCÍA, et allii, 1999) (MALPICA CUELLO, 1996). Se encuentra inscrita en el Registro General de BIC desde el 22-6-1993.

El cuerpo de la torre está construido en mampostería dispuesta en hiladas y trabada con cal, presentando varias zonas diferenciadas especialmente visibles al O: un primer zócalo de cimentación sobre la roca de base, con alzado en ripio pequeño con abundante cal y algún mampuesto de tamaño mayor. Un primer cuerpo de 1,10 m de alzado aproximado y construido en mampostería dispuesta en hiladas horizontales que presenta en la zona superior varios huecos destinados a recibir, con toda probabilidad, vástagos de madera, si bien es difícil, precisar si se trata o no de mechinales.

Alzado occidental de la Torre de los Guzmanes. Zócalo de cimentación y posibles huecos de mechinales marcados en blanco Elemento etnográfico Torre de los Guzmanes. Zócalo cimentación

Sobre este posible primer cuerpo, se apoya un segundo cuerpo de 0,93 m de alzado caracterizado por su construcción a base de tramos de mampostería en hiladas más o menos verticales de 1,48 m de anchura, (Foto 14). A su vez, este cuerpo recibe el apoyo de un tercer y cuarto cuerpos de características similares al primero, con un desarrollo en alzado, en el caso del tercero, de 1,08 m, ya que el alzado correspondiente al cuarto y último cuerpo de la torre parece haberse perdido a causa de la erosión.

A pesar de todo, hacer un especial hincapié en el mal estado de conservación de este edificio en el que parece haber sido bastante intensa la acción de los agentes meteorológicos sobre los paramentos, que presentan numerosos huecos y carencias, no ya de los enlucidos de cal originarios, sino de la misma masa que debió servir de trabazón entre los mampuestos.

En lo que se refiere a la caseta o albergue de pastor, está construido en mampostería en seco y conserva unos alzados máximos de 2,30 m adosados al paramento SE de la torre y aprovechando un hueco interior de la misma, como se cita repetidamente en la bibliografía (MALPICA CUELLO, 1996)(MARTÍN GARCÍA, et allii, 1999). Sus dimensiones son irregulares con dos muros laterales de 1,43 y 1,78 m respectivamente, mientras que la fachada presenta un recorrido de 2,10 m con una entrada de 0,52 m de anchura y 1,32 m de luz y un espacio interior de, aproximadamente, 3 m2. Este elemento etnográfico debe ser relativamente reciente y parece haber perdido completamente su funcionalidad original, por lo que ha sido abandonado. Construido probablemente con mampuestos procedentes de la misma torre, sería aconsejable su retirada para favorecer la restauración de la misma.


7.6. La Torre del Sol.

Situada a 4 kms., de la fortaleza de Montefrío, en dirección a Algarinejo, a 907 m. de altura, en el paraje denominado Cortijo de la Torre del Sol. Coordenadas UTM (405100-4132220). Conserva una altura de 1.40 m. De planta redonda. Construida de mampostería, apreciándose las piedras de la mitad E de su paramento exterior, aunque no es posible medir su diámetro debido a la gran cantidad de arbustos que la rodean. Su estado de conservación es malo y es necesario que se excave su contorno para sacar a la luz el perímetro completo de su base (MARTIN GARCÍA et allí, 1999). Tras su limpieza en el 2005, se pudo comprobar que la altura de la torre conservaba casi 3 metros de altura, y su planta 4,90 metros. También se observaron restos de enlucido en su cara O. (BELLÓN AGUILERA et ali, 2005).

Construida de mampostería formando hiladas horizontales de ripios de tamaño más o menos homogéneo, paralelas unas a otras, con ripios de menor tamaño en la unión con el mortero de cal. La construcción parece homogénea sin aparentes modificaciones o reparaciones, presentando la misma unidad arquitectónica en su construcción. Sólo alterada por el crecimiento de encinas y matas cercanas que alteran la estructura turriforme por sus lados N y S, quedando estos sepultados por su propio derrumbe, así como por las mencionadas encinas y matas de chaparro.

Está torre controlaba las tierras en dirección a Algarinejo y Huétor Tájar, así como la Sierra de Chanzas. Tenía visión directa con la fortaleza y la torre del Hachuelo.

Alzado O. Torre del Sol.  Alzado S. Restos del enlucido original de la torre de las Cabrerizas


7.7. La Torre de las Cabrerizas.

Se encuentra en un cerro situado a 2.700 metros al N de la fortaleza de Montefrío, sobre el Barranco de Cabrerizas y próximo al cortijo del Hoyón. UTM (410.350-4:134.470). Altitud: 942 metros. Es una torre atalaya fronteriza de época árabe, con figura cilíndrica y planta circular. Estaba construida con mampostería, no quedando de ella más que un montón de piedras con hueco central, de 1,00 metro de altura. No puede medirse su diámetro ya que no queda ningún resto aparente de su paramento exterior. Habría que excavar su contorno para buscar posibles restos del perímetro de su base (MARTIN GARCÍA et allí, 1999).

Tras la intervención de 2006 realizada en el II Campo de trabajo organizado por el IAJ, se limpio el depósito que constituía su derrumbe, dejando su planta visible, corroborando la altura conservada de 1 metro, con una planta de 4.90 metros. Su estructura estaba dañada en su cara S, por un socavón conservando por esta zona una altura de unos 30 centímetros. Tras su limpieza se pudieron documentar restos de los enlucidos originales en su cara SE, presentando estos un buen estado de conservación BELLÓN AGUILERA et ali, 2005).

La torre presenta una uniformidad en su construcción, siendo la mampostería enripiada, con hiladas horizontales y parlelos unos a otros sus ripios, recuiertos por un enlucido que recubriría el cuerpo de la estructura turriforme. Oscilando la altura conservada de los 97cm por el lado N, frente a los 30-40 del lado SO. Por este último lado, presenta una menor altura conservada debido probablemente a la acción antrópica derivada de la famosa búsqueda del famoso tesoro.


8. Conclusiones.

La arquitectura militar nos muestra un análisis contextual, en su aportación a sistemas de significado más generales o universales; manteniendo unas fuertes relaciones con el territorio (la ocupación, control, defensa, protección y organización del espacio) y con el paisaje ejercido (vistas, control de paso, señales) (CAPARRÓS LORENZO, 2001).

Así las atalayas se ubicarían en puntos elevados, para controlar visualmente pasos o rutas. Su misión es la de vigilar movimientos de cabalgadas y de ejércitos enemigos. Estarían relacionadas con otras estructuras de similares características, conectadas entre sí, y con castillos y/o alcazabas. Se caracterizan por ser de mampostería y tener una forma cilíndrica (MALPICA CUELLO, 2003b).

La mampostería enripiada como hemos visto anteriormente, se aplica a las torres-atalayas, como si desde un núcleo originario se fuera ampliando el perímetro constructivo de la torre, formando hiladas horizontales de mampuestos paralelas unas a otras, que irían aumentando el diámetro y el perímetro de la propia construcción de la torre hasta ser el idóneo para levantar la altura maciza y necesaria para la creación del habitáculo y terraza de control visual de la propia torre de almenara.

Una vez realizada la obra en mampostería se realizarían los enlucidos que recubrirían la estructura militar, en ocasiones existe una fina capa exterior que protegía la propia construcción de la mampostería, impermeabilizándola y aislándola, a la vez que contribuía a embellecerla. Generalmente se trata de un mortero de cal y arena al que en ocasiones podía añadirse yeso y otras arcillas. El enlucido se aplicaba una vez seca la obra, sobre la cual suelen labrarse una serie de acanaladuras para facilitar de este modo la adherencia del mismo. La mampostería, que se compone de piedras de gran tamaño dispuestas en hileras, es concertada y presenta un enlucido envitolado en algunos casos como en la torre del Cortijuelo, dejando visible partes de cada uno de los mampuestos, con un llagueado en forma de vitolas, lo que le otorga una apariencia bastante regular al paramento. Este tipo de enlucido, aparte de evitar la degradación, impide que los muros pudieran ser escalados.

Además encontramos una mampostería encintada, que podemos ver en la torre del Cortijuelo, cuya factura es similar a la enripiada pero sus mampuestos en vez de verse enmarcados por verdugadas únicamente de lajas lo harán por verdugadas de lajas y/o tejas (DE LUQUE, 2003, MALPICA CUELLO, 2003b).

La unión de los mampuestos se realiza con una basta argamasa con mucha cal, árido de grano medio y grava, que constituye una masa poco compacta (DE LUQUE, 2003), que también hemos observado en las torres que forman el sistema defensivo de Montefrío.

La aparición de los huecos de mechinales apreciados en la torre del Cortijuelo hay que ponerla en relación con la degradación de las tablas, debido a que con el tiempo, se producen diferentes factores de deterioro como la pudrición o la variación dimensional de éstas por efecto de la humedad y a la menor homogeneidad del material de superficie con el del interior que hay en estos puntos. La existencia en algunos casos de enlucidos claramente superpuestos, creo que en general hay que atribuirlos a reparaciones o arreglos posteriores (ALMAGRO GORBEA, 1991).

Así para el estudio del castillo de Montefrío habría que realizar une Studio que se caracterizará por responder que tipo de construcción arquitectónica presenta, si es de una sola etapa constructiva o de varias. Que su estado de conservación permitiera una lectura de los elementos estructurales y funcionales. Además habría que tener en cuenta que no estuviese enmascarado por reutilizaciones tardías, ni restauraciones (MORA FIGUEROA, 1985). Por tanto, habría que establecer unos criterios metodológicos, sobre todo a la hora de establecer un orden en su tratamiento, un estudio de la documentación escrita, una confrontación entre las fuentes escritas y los restos visibles en la actualidad, y la excavación arfqueológica (LOPEZ ELUM, 1985).

Al igual que en la zona noroccidental del reino de Granada, este sistema defensivo desarrollado en Montefrío tiene semejanzas con otras zonas de la frontera, a niveles constructivos como territoriales, como en el caso del sector oriental, en la zona de Los Vélez, en la defensa y control del territorio frente al reino cristiano de Murcia, apoyados por fortalezas fronterizas como Velad al-Ahmar, Vlad al-abyah, Xiquena y Cella, que apoyadas por una serie de torres-vigías Xiquena, Charche, Fuente Alegre, Alancín, Gabar, Taibena, Cerro Gordo y Chacón, controlaban el sector fronterizo apoyados por una alcazaba cabecera de comarca la de Huéscar controlaban este sector fronterizo del reino nazarí.(MOTOS GUIRAO, 1989).

Lo que nos está indicando que el sistema defensivo nazarí está centralizado en todo el territorio que forma parte del Reino Nazari de granada, organizándose de la misma manera, probablemente heredado de una etapa anteior, como bien han señalado otros autores (MALPICA CUELLO, 2001 ARGUELLES MARQUEZ 1995), ya que la misma organización se da en las fortificaciones presumiblemente almohades ubicadas en torno al castillo de Segura de la Sierra (Jaén), en el que destaca la existencia de todo un conjunto de torres-atalaya y fortalezas de menor rango (Castillo del Cardete, Torre del Agua, Bujalamé, etc.) fechables entre los SS. XII y XIII (CAPARRÓS LORENZO, 2001).

A modo de reflexión, sin la recuperación de los distintos elementos arquitectónicos que engloban el patrimonio militar del sistema defensivo de Montefrío, como el estado, documentación, dibujo, restauración (BELLÓN et ali, 2004, PEDREGOSA 2005), se puede llegar a un desarrollo sostenible basado en garantizar la sostenibilidad ecológica, cultural, social y económica (BAENA GALLÉ, 2001), se podría conseguir la puesta en valor del patrimonio arqueológico que forma parte de Montefrío, como motor de desarrollo.


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