La Exposición, Caravaggio.
Una obra, un legado, comisariada por Abraham Villavicencio y Alivé
Piliado, exhibe el legado tenebrista propuesto y difundido por Michelangelo
Merisi da Caravaggio (1571-1610) en la pintura europea y novohispana
a través de 16 obras representativas de acervos mexicanos. Pero
con una importante característica, una de las obras del propio
Caravaggio, que centra la muestra, y que la hace especial, ya que es
la segunda vez que en México puede verse una obra del genial
pintor italiano. La primera vez fue en 1976 cuando "El laudista"
(ca.1596) visitó las salas del Museo de Arte Moderno, en una
exposición que reunía piezas del Museo del Ermitage de
San Petersburgo.
El resto de obras pertenecen a las colecciones del Munal, el Museo Nacional
de San Carlos y el Museo Franz Mayer. Algunas de ellas son: “La
incredulidad de santo Tomás” (ca.1643) de Sebastián
López de Arteaga; “La vista de la serie Los cinco sentidos”
(ca. 1615-1616) de José de Ribera Lo Spagnoletto; “Magdalena
penitente” (primera mitad del siglo XVII) de Francisco de Zurbarán;
“Seis apóstoles” (segunda mitad del siglo XVII) de
Baltasar de Echave Rioja; y “San Bartolomé” (último
tercio del siglo XIX) de Felipe Santiago Gutiérrez, entre otras.
Pero como hemos dicho, la pieza clave
de esta muestra es la perteneciente a los Musei Capitolini
de Roma, Italia, “La Buona Ventura” (1596), pintura clave
para comprender el desarrollo inicial del artista y su primer acercamiento
hacia el claroscuro. En palabras de Abraham Villavicencio,“La
buenaventura muestra los primeros juegos de luces y sombras que más
tarde culminarían con el surgimiento del tenebrismo. Este modo
de pintar sumado al naturalismo produce una versión teatral y
cruda de la realidad material”.
Con esta exposición, se muestra el propio contraste de la vida
y obra de Caravaggio, yendo del claro de la pieza temprana “La
buenaventura”, hasta el oscuro tenebrismo que imperó en
los maestros novohispanos y españoles”, dijo Alivé
Piliado.
“La buenaventura” es una de las pocas obras de las que escogería
el tema, antes de dedicarse a pintar encargos de contenido religioso.
Se trata de una escena entre dos jóvenes que Caravaggio copió
directamente de las calles de Roma. En ella se observa el engaño
disfrazado de un juego de miradas que emplea una gitana al leerle la
mano a un caballero adolescente, mientras le roba su anillo del dedo
anular.
La exposición, cuya pieza principal
es sin duda, la única obra de Caravaggio en el muestra, está
conformada por tres núcleos temáticos. El primero, titulado
De Italia a México: el legado de Caravaggio, hace hincapié
en la herencia artística y la apropiación del caravaggismo.
En esta sección podemos destacar la obra "La incredulidad
de santo Tomás", de Sebastián López de Arteaga.
En obras como esta, Piliado destaca la representación de los
santos, y la estética en general. “Fue una revolución
artística. Recordemos que antes, con el manierismo del Renacimiento,
los personajes eran sumamente hermosos. Caravaggio fue quien aterrizó
a los santos, a Jesucristo. Él los pintó como “personas
mortales”. De hecho, los modelos que usó para estos provenían
de la calle y algunas veces de las zonas más peligrosas de Roma”.
En el segundo
núcleo, Europa y su tránsito hacia México en
Las innovaciones estéticas: naturalismo, tenebrismo, teatralidad,
se revelan los recursos plásticos del artista adoptados por pintores
novohispanos y mexicanos. Aquí nos encontramos con “Uno
de los más importantes es José de Ribera y su obra “La
vista”, que pertenece a una serie de “Los cinco sentidos”,
como aclaró Piliado. “La obra explica muy bien lo que aprendió
de Caravaggio: la representación al natural de los personajes
y las alegorías”, agregó.
Finalmente, el discurso curatorial concluye con “La buenaventura”,
una de las pinturas clave para comprender el desarrollo inicial del
artista y su primer acercamiento al claroscuro. En palabras de Abraham
Villavicencio, esta obra “muestra los primeros juegos de luces
y sombras que más tarde culminarían con el surgimiento
del tenebrismo. Este modo de pintar sumado al naturalismo produce una
versión teatral y cruda de la realidad material”.
A la par de la exposición, se presenta
una instalación multisensorial producida por Medialart y titulada
Caravaggio Experience, que permite explorar 57 de las pinturas
más conocidas del artista lombardo mediante recursos digitales.
Con una duración aproximada de 48 minutos, esta experiencia conjuga
un sistema de multiproyección en alta definición producida
por los videoartistas The
Fake Factory, con música original de Stefano
Saletti y permeada de fragancias diseñadas por la Farmaceutica
di Santa Maria Novella. Cabe mencionar que esta experiencia
se logró gracias a una importante donación de Microsoft
México, y que podrá verse hasta el 1 de julio de
2018.
Caravaggio. Una obra,
un legado
Museo Nacional de Arte (Munal)
Tacuba 8, Centro Histórico, Ciudad de México, CP. 06010,
CDMX
Desde el 22 de febrero hasta el 20 de mayo de 2018
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