sumario
palabras
contacta
 


Zalinka
Karla Villapudúa
14/08/2010


Zalinka siente que percibe el mundo desde un escalón. A medida que su percepción se va alejando del plano cartesiano; siente que está en un lugar lejano. En el instante dentro del instante.

La cornea se abre tanto que el deslumbramiento de su nuevo mundo. La colapsa: pasan días en los que vagabundea de un árbol hacia otro; balancea caminatas de un lago hacia otro, devora lo invisible de un ángulo hacia otro.

Regresar al simulacro científico le causa pesadez. Nivelar su vibración de pensamiento a acontecimientos analíticos; la vuelve un poco torpe. Mejor aún: la eclipsa neuronalmente; a tal grado, que tiene que bajar del escalón.

Abandonar su apercepción esférica es un derrame forzado.
Luego socializar bajo esa vibración resulta soportable.

Últimamente se ha percatado de que es mejor mesurar su anarquismo epistemológico; frente aquellos que aún creen en el rigor de hace algunos siglos. En la medición y profanación del mundo. O como dice G. Bataille: En la humanidad y la elaboración del mundo profano.

La medición y análisis en exceso ha de producir mutaciones extrañas en el cerebro. Atenta contra la salud. Si no fuese así; percibiríamos fiestas cognitivas, por todas partes. Al contrario: llega un punto en el que el YO se posesiona tanto ante el mundo que termina convirtiéndose en su vasallo.

[Ritmar- Esferar-Fulgurar: Son palabras que pliegan el ritmo cardiaco al orden implicado]

Para sentir el rigor; se baja del escalón, simula que está explorando el mundo. Por supuesto: castra la intuición.

Y bien Zalinka: ¿Cómo es ese escalón?

Escalón dentro del escalón. Se esfera y pliega al universo en una sensibilidad ligera e infinita. Abre todo el pecho para sentir las emociones de las múltiples esferas que rodean su transitar.

Difumina claveles blancos en su respiración, y si es preciso moldearse a la transpiración solar se detiene. Tiene un niño como compañero de despliegues interplanetarios. A veces se alimenta de las lágrimas de las bouganvilleas –cuando es luna llena- y cuida su sangre en épocas en las que sabe que sus compañeros de planeta pueden enloquecer.

Sus cervicales están ancladas hacia el cielo con plumas de cuervos dorados. La urbe que la contiene es tan simple y vagabunda como cualquier dolor humano. A Zalinka le preocupa que el orden implicado no sea pensado en la universidad. A Zalinka le preocupa el reduccionismo científico. Por eso en ocasiones inventa formulas mágicas para sanar su pensamiento.

También quiere inventar un lenguaje capaz de esferizarlo todo.

[deslumbrar- esferar: Texturas espaciales]

En otro tiempo Zalinka mira deslumbrante el atardecer desde el monitor. Alumbrante sombra que se detiene entre los cables de la caja. Luego transpiensa:

Ritmar la sangre para no escribir basura. Ritmar las vértebras del sol para no dejar basura. Desgarrar el andamiaje oculto de la ciudad. Acupunturizar Tijuana. Detectar la zona exacta donde sus órganos respiran. Insertar agujas. Riñones hacia el norte. Pulmones en el sur. Bazo e hígado al este. Corazón al oeste. Todo en cruz y una vez detectados los canales congestionados. Picarlos y sanarlos.

Zalinka mira demasiado desde arriba del escalón. Su mirada puede asustar si no se percata de concientizar una simulación entre su transpercepciòn y la percepción normal de la tierra:
Mirar es desnudar al otro atravesando su mismidad; masticando su incorporeidad. Dilatando su magneticidad. Atravesando la plasmocidad.

No separar [te] esferar [te]: Parar el esfericidio renal. El gluòn es el pegamento. Efecto resistol en tatoamasificcional

Zalinka seguirá evolucionando escalones. En la medida en que sea capaz de respirar por el ombligo. Le causa algo de ansiedad el llegar a percibir el mundo sólo a través de listones de colores. ¿Qué movimiento neuronal tendrá que ejecutar para volver a materializar el universo?

La antimateria es algo divertido. No obstante sigue habitando en este lugar. Cuadro con creencia categorial. Pensar con cita textual. No hay angustia de por medio. Zalinka empieza a escalar el segundo escalón. Ha vuelto a desflorar sus redes cognitivas a través del esferamiento atemporal. Amor es un excelente punto final.


__________________________

DATOS DEL AUTOR:

Karla Villapudúa (Culiacán, Sinaloa, México, 1979).- Licenciada en Filosofía por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Textos suyos aparecen en Andante 26, Psikeba, Homines y Espiral. Directora de la revista electrónica espiral: www.revistaespiral.org. Habita en www.filosofika.blogspot.com.