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Formato Clip. Segunda parte
Diego Saucedo Tejado
19/08/2004


CÓDIGOS CARACTERÍSTICOS DEL VIDEOCLIP

El componente especial de este tipo de videoclips son los códigos connotativos, con diferentes usos y funciones.

- El código de la imagen. Según Jesús García Jiménez, la imagen del clip es de tipo abisal autorreferencial, y queda definida por el proceso al que es sometido para desplegar su identidad, a través e múltiples efectos.
La tecnología utilizada para filmar suele ser cinematográfica, de excelente calidad, por lo que los presupuestos de algunos videoclips a veces superan al de los largometrajes. La imagen fotográfica se combina con la imagen en movimiento, así como con otras variaciones que inciden en el atractivo del producto: infografía y sobre todo, dibujos animados.
El cartoon añade un carácter informal, a veces humorístico, introduciendo personajes, situaciones, espacios y efectos que seria difícil conseguir de otra manera. Las imágenes diseñadas por ordenador se utilizan frecuentemente con la misma meta: hacer posibles lugares imposibles, como otros planetas, ciudades imaginarias y connota valores relativos al futuro, como son diseño, tecnología, progreso...
El realizador de videoclips suele modificar los aspectos cromáticos para conseguir tonalidades irreales, contrastes y una saturación recurrente y llamativa en los colores. Es de destacar la gran cantidad de clips que se filman en blanco y negro, muy por encima de otros formatos, aunque en la actualidad suele combinarse la monocromía y policromía dentro del mismo vídeo.
Esta utilización de los colores suele marcar dos niveles diegéticos distintos y sirven para separar el presente del pasado, o dos partes dentro de la misma narración. Otro recurso es el insertar objetos de color dentro de espacios en blanco y negro. El objetivo no es otro que el de llamar la atención, proponiendo un mensaje semántico asociado a un objeto concreto.

- El código del espacio. ¿Cómo se construye el escenario un clip? La riqueza del medio electrónico se torna decisiva en muchos casos. Es frecuente la creación de un espacio construido a través de capas o niveles, en los que la imagen será desestructurada o reestructurada. Se crean varios planos espaciales mediante efectos como la incrustación, el crhoma key o a partir de medios infográficos. El videoclip lleva las técnicas a la radicalidad: acelera el cambio de plano, de situación y espacios, provocando una constante transformación de cada los elementos y parámetros que lo forman. Ej. BORN SLIPPY. La imagen se divide, contando con diversos centros. Para lograrlo se crea espacios virtuales (fondos), donde la figura se sucede rápidamente, se divide la pantalla y los flashes de luz se vuelven múltiples, fugaces y muy veloces.

- El código de la transición. Si algo es peculiar en este género es el número de cambios visuales que se producen, marcados por el plano, el cual resulta a veces, difícil de determinar. Las transiciones más utilizadas son dos:
1. El corte o transición no gradual. Es el cambio hecho sin efectos de ninguna clase. Se trata de una sucesión rápida e impactante que no concede respiros al espectador, obligándole a estar más atento y a la rapidez de asimilación de información.
2. El fundido encadenado de imágenes o transición gradual. Un elemento dentro del plano se desvanece y aparece poco a poco otro plano. Al contrario de la lógica cinematográfica, el fundido no significa un salto en el tiempo, simplemente sirve para pasar a otro espacio o secuencia diferente.
Hay que señalar también que el ritmo de transición depende en gran medida del tema musical. Si éste es lento, los cambios visuales no serán tan seguidos como en un tema rápido.

- El código del plano. No suelen ser continuos ni elaborados, ya que retardaría un formato que se define por su celeridad. Se prefiere por tanto la irregularidad de los planos, siendo frecuente la cámara al hombro, movimientos irracionales acusados a veces de atentar contra el buen gusto estético. La oscilación y el cabeceo se combinan con planos cortos y medio cortos, que suelen ser frecuentes. En cuanto a la angulación, muchas veces se opta por un ligero contrapicado que otorga mayor importancia a la figura.

- Código de composición y centros de interés. En la composición se marca el lugar que va a ocupar el centro de la imagen, en el que se intenta focalizar la atención del espectador. Para conseguir la coexistencia de varios centros de interés, hay que valerse de la profundidad de campo. A través de técnicas informáticas se hace posible situar en cada uno un centro independiente de los demás, pero relacionados entre sí. El problema llega con la ya nombrada celeridad de cambios visuales. Al ojo humano no le da tiempo a situar los centros ante tanto cambio de imagen.
La antigüedad clásica sugería la sección áurea o regla de los tercios: las intersecciones de las líneas que dividen en tres partes la horizontal y diagonal de un rectángulo son los tercios: Los cuatros puntos donde se concentra la mirada, siendo el superior derecho el que consigue la mayor atracción.
El uso de estos puntos de atención, cercanos unos a otros, conseguirá que el espectador reconozca rápidamente los nuevos centros de interés ante el fugaz cambio de imágenes. Para que el espectador no se pierda, el centro de interés deberá ser colocado en un punto áureo y en el siguiente cambio, en otro punto que quede cerca del anterior.

- Código de iluminación. Se trata de un elemento expresivo base de todas las técnicas audiovisuales e imprescindible para sugerir la sensación de tridimensionalidad: el encuadre, la perspectiva, la forma y la distribución inteligente sirve para aportar sensación sensible sobre estados de ánimo, preparando al espectador ante lo que va a suceder. Su utilización creativa ayuda a distinguir a un videoclip de otro, potencia unos colores sobre otros y otorga una textura particular a la imagen.
Un recurso muy utilizado es el uso de flash de luz, rápido e irregularmente orientado sobre los elementos del campo. Es otra forma de desestabilización y sirve para cambiar de plano.
En relación con los anteriores códigos, la iluminación debe desempeñar un papel principal a la hora de centrar y dirigir la atención de los espectadores, así como determinar la profundidad del campo y estar en consonancia con la ambientación elegida.

- Código de efectos visuales. Con claros antecedentes en el video artístico y experimental, el videoclip es el principalheredero en la actualidad de este tipo de experimentación. La gran diversidad de efectos visuales posibilitan la coexistencia de imágenes de diferentes orígenes. Cumplen funciones como:
a) Ampliación o disminución de una parte de la imagen, provocando cambios de tamaño en personas u objetos.
b) Alteración de la relación figura y fondo, normalmente con el procedimiento chroma-key: la figura posee el don de la ubicuidad y no está condicionada por los parámetros espaciotemporales.
c) Simultaneidad de escenas y lugares, con la creación de entornos ficticios.
Efectos visuales:
- Incrustación: consiste en incluir una imagen en el interior de otra. Refleja el origen electrónico y se tornan perfectas como elementos retóricos dentro del videoclip.
- Sobreimpresión: fusión de dos puntos de vista diferentes en un mismo plano. Esto provoca una gran tensión visual que surge de la contradicción de lo que se percibe en cada uno.
La principal función de los dos efectos descritos es la de poner en escena recuerdos, sueños, fantasías, deseos.
- Collages electrónicos: incrustaciones de perfiles caprichosos o regulares que se interfieren de manera múltiple.
- La fragmentación, que permite la generación de sección, giro, desplazamiento, del punto de vista.
- Uso de distintos formatos (fotografías, pantalla múltiple) aumentan el nivel de imprevisibilidad, fragmentación y dinamismo.

- Código de relación. El videoclip es creado a partir de la elección de una canción, que marca su duración y el ritmo o tempo. La función sintagmática que cumple asociado a la música lo hacen un todo, una sola obra que consta de un significado concreto o abstracto. Cada imagen debe adaptarse a las características del fragmento con el coincide.
La música parece actuar como base de las imágenes, revelándose distintos modelos de compenetración:
1. Yuxtaposición. Simplemente consta de imágenes con música.
2. Divagación. Imagen en contacto con la música, se libera de objetos y narraciones, integrándose en un ambiente polisensorial.
3. Coincidencia: Se da una concordancia perfecta de la imagen con la música. Los movimientos de cámara, montaje, se acomodan perfectamente a las vicisitudes del tema musical. Lo cual, no implica que a imagen deba ilustrar la música.
4. Complementariedad. La imagen ayuda a entender el sentido, mensaje o intención que la canción quiera transmitir.

Varias funciones o tipos de música:
- Música diegética: brota de forma natural del nivel figurativo y del espacio-tiempo de la imagen.
- Música extradiegética: no parte de la acción representada, sino que sirve como fondo y acompañamiento.
- Música diegética y extradiegética. Combinación de las anteriores.


CLASES DE VIDEOCLIP

Para empezar con este apartado, debo señalar que no me ha resultado fácil el hacer una división exacta entre tanta diversidad. Sin embargo, después de consultar libros especializados y algunas páginas web, he comprobado que existe una clasificación previa, muy general, pero que puede servir. En ella, los videoclips pueden ser de tres clases: del tipo A, del tipo B y mixtos, que surgen de sumar A y B.

Tipo A. Anarrativos o descriptivos.

No existe un programa narrativo como tal. Puede dar la sensación de una cierta cronología o temporalidad en la sucesión de imágenes, que serán los parámetros espacio-temporales que marcarán la representación, pero no hay lugar para la narración. El objetivo es crear cierto sentido de una experiencia. Son los videoclips en los que observamos al cantante y a su grupo (con mayor hincapié en el líder de la banda) sobre un escenario, ya sea dentro de un estudio o en un concierto. Todo esto va acompañado por imágenes asociadas de alguna manera entre sí, que intentan mantener la atención del espectador e introducirlo en la situación, dentro del discurso.

Tipo B. Narrativos.

Son aquellos en los que se presenta una secuencia de hechos donde se cuenta al espectador una historia bajo la estructura dramática clásica. Se desarrolla un programa narrativo, que puede ser protagonizado por el cantante. La relación entre música e imagen puede ser lineal (repite lo que la canción narra), de adaptación (trama paralela a partir de la canción) o de superposición (historia independiente de la canción, pero que funciona).
Estos mini-relatos suelen tener características comunes con los filmes: elipsis, flujo continuo, ritmo, fundidos en negro como elemento de puntuación... pero casi siempre intentará negar la propia convencionalidad de la historia, saltándose muchas convenciones espacio-temporales que en el cine no osarían tocar.
"El programa narrativo se define como la sucesión de estados y cambios que se encadenan en la relación de un sujeto y un objeto (no personajes sino roles, nociones que definen posiciones correlativas), la relación de pasos o cambios de un estado (relación de un sujeto y un objeto) a otro." Libro lenguaje del videoclip. Pagina 65. Mirar!!

La secuencia narrativa queda compuesta por cuatro fases, de las cuales, algunas pueden ser omitidas o cambiadas de orden.
1. Fase de influjo. Se pone en marcha la narración, estableciendo los términos a través de la instauración de papeles o roles: un sujeto acompañado de uno o varios objetos.
2. Fase de capacidad. El sujeto se hace capaz de realizar el cambio necesario para lograr el objeto y conseguirlo.
3. Fase de realización. Es la fase principal. Verdadero cambio en la relación sujeto-objeto. Se produce la consecución de los objetivos del sujeto.
4. Fase de valoración. Evaluación interpretativa del estado final de la realización.
Este modelo de programa narrativo puede ser complementado por un antiprograma, con antisujeto y oponente.

Tipo A + B. Descriptivos - narrativos. Es una mezcla de las dos anteriores. Suelen estar divididos en dos niveles: El nivel diegético, que es el de la historia y el otro nivel en el que vemos al cantante o grupo actuando sobre un escenario o en cualquier otro sitio. Este tipo de videoclip suele emplearse cuando se quiere contar una historia y además, crear una imagen.


VIDEOS QUE MARCARON EPOCA

"Bohemian Rhapsody" de Queen. (1975)

Considerado el primer videoclip de la historia, esta canción se convirtió rápidamente en un hit en su tiempo. Parece que el director, Bruce Gowers, y el líder del grupo, Freddy Mercury, tuvieron mucho que ver en ello. Cuenta la leyenda, que la excesiva duración del tema (6 minutos) llevaron a la productora a cortarlo para lanzarlo como single promocional. A Mercury no le sentaron nada bien los recortes y decidió llevar la canción original a un disc jockey londinense muy famoso, Kenny Everett, que fascinado por la complejidad del tema lo pasó aquel mismo día catorce veces en la emisora que lo tenía contratado. Desde entonces, las radios del país comenzaron a pasar la canción entera. Ese hecho, añadido a la realización del clip por parte de Gowers la llevaron al número uno durante nueve semanas seguidas, lo que incidió en los altos niveles de ventas del álbum que la incluía, "A night at the opera".
En el video sobresale la importancia de la iluminación ya desde el comienzo. Las figuras negras del grupo sobre un fondo blanco, se aclaran cuando empiezan a cantar. Cuatro focos, conectados en cada uno de los rostros, potencian la calidad de la imagen: dos pares de cabezas, situadas de forma estratégica, comienzan a cantar - casi a capella - en una sincronía que se funde con el segundo espacio que protagonizará el clip.
Efectos como la sobreimpresión o la fragmentación embelesan la mirada del espectador, transportándole directamente a los años 70: cuando los trajes iban ajustados, el pelo se llevaba largo y la ausencia de la informática hacía que la práxis visual fuera mucho más simple, aunque no por ello perdiera significado.
A través de primeros planos, planos detalles y medios, el director deambula entre dos atmósferas. La primera, es la ya descrita estampa de los cuatro rostros. La segunda es el escenario, con luces de colores al fondo y los componentes del grupo haciendo de las suyas, ya sea con la guitarra, bateria o con la impagable voz de ese gran genio que fue Freddy Mercury.

"Another break in the wall" de Pink Floyd (1982)

Videoclip que es una parte de un todo inmenso: The Wall, aquella magnífica película que dirigía Alan Parker sobre el guión y la música de Roger Waters. Un guión que se fundamentaba en la propia infancia del escritor, describiendo la confusión y demencia de una estrella del rock que materialmente lo posee todo, pero que ha creado un muro a su alrededor formado por sus propias pesadillas y temores que no le deja exteriorizar emoción ninguna clase de emoción.
Profuso en simbologías y metáforas, el video se adentra en la vida de un profesor, sirviendo éste como pretexto para llegar a lo que realmente se quiere contar: la dominación que, sobre los alumnos, ejercen las paredes de un colegio. Los niños, sometidos a ese control, caminan como autómatas a lo largo de pasillos, mutando sus rostros a máscaras monstruosas, que les roban la identidad y los empujan al anonimato. Más tarde caerán sobre una máquina de engranajes que los convertirá en una especie de chorizos. No les queda otra que levantarse dentro de las aulas y entonar a coro su himno de rebeldía. El final, les llevará a la destrucción de las aulas en las que se hallaban atrapados.
A nivel técnico, se observa claramente el cariz cinematográfico del producto. Los planos utilizados, los decorados y la gran multitud de actores y extras, le otorgan una dimensión que le separan años luz de la estética del videoclip convencional.

"Thriller", de Michael Jackson. (1986)

El videoclip, que comienza como si de una película se tratase, cuenta la mini historia de un chico negro que lleva a su chica (también negra) a pasear y luego al cine. Antes de que comience la canción se produce una conversación conciliadora que acercará a los dos personajes. A medida que vaya discurriendo el clip, la relación se irá distanciando. Michael Jackson le dice que es diferente y se convierte en hombre lobo. La chica, como es normal, se asusta y corre despavorida. Llevamos tres minutos y todavía nadie ha empezado a cantar.
La historia se desdobla y aparecen otra vez los protagonistas, pero desde una sala de cine, visionando la historia antes mencionada.
Salen del cine y Jackson empieza a cantar y hacer sus bailes característicos. La cámara, mientras tanto, sigue desde una perspectiva cinematográfica aunque se va acercando poco a poco a los personajes. Ella está contenta porque su novio canta y baila muy bien. Hasta que llegan al cementerio. Es allí donde se desata el terror, por llamarlo así.
Los muertos se despiertan y caminan al modo zombie. La labor de maquillaje resulta espectacular para una industria del videoclip aún en pañales. La música se detiene por un momento y los muertos vivientes comienzan a acercarse a la pareja. Jackson se transforma en zombie y se pone a bailar con ellos, bajo los cánones de una coreografía muy bien elaborada. La chica no aprecia los pasos de baile de los zombies y se esconde en una casa abandonada. Pero los "malos" penetran y se acercan amenazantes a la chica.
Se produce el tercer desdoblamiento de la historia. La chica despierta el sueño y Michael Jackson otra vez es normal y la recoge. Sin embargo, antes de que aparezcan los créditos, dedica un guiño al espectador sonriendo de manera thriller, sin que la chica se entere.
El director fue John Landis, que firma el guión junto con el propio Jackson. El videoclip ayudó a las ventas del álbum, que se llama igual que el single, vendiendo más de 40 millones de copias por todo el mundo. Resulta palpable la ausencia de unas reglas claras para un género que estaba empezando y que por ello se apoya en la industria con la que a priori tiene más conexiones, el cine.

"Justify my love", de Madonna (1990)

La sensible moral norteamericana se encargó de catapultar este videoclip a la fama, censurándolo íntegramente por las sucesivas perversiones sexuales que en el video se suceden. Sin embargo no hay sexo explícito, tan sólo una serie de matices que sugieren sadomasoquismo, voyeourismo o simple satisfacción carnal. Porque ese es el tema, de lo que trata la historia. De personajes que buscan a otros personajes en los que llevar a cabo sus deseos más ocultos.
La protagonista es Madonna, que a partir de este video, se convirtió en un sex-symbol interplanetario. La acción transcurre en el interior de un hotel y a Madonna se le despierta el lívido en mitad del pasillo. Un amable y apuesto caballero se ofrece a complacerla, lo que no se espera es que tendrá que compartirla.
La historia envuelve al espectador en una atmósfera de erotismo y sensualidad, a través del blanco y negro y las contorsiones de la carne semi-desnuda. El lenguaje del videoclip va tomando forma y evoluciona. A pesar de ello, los planos y cambios visuales se vuelven un tanto largos comparados con la rapidez que rige en la actualidad.

"Who do you think you are?" de Spice Girls

Asentadas ya las bases del videoclip descriptivo, con un lenguaje visual muy característico, las chicas picantes se prestan a un ejercicio de egolatría suprema que las hunde - aún más si cabe - en su propia miseria. Victoria Adams llego a decir que "ya no nos interesa competir para ser las mejores. Eso ya lo conseguimos y ahora sólo queremos hacer cosas que vuelvan a significar algo para nosotras".
La imagen que construyen a su alrededor sugiere fiesta desenfreno, colorido, escenarios de estética kistch y ropa ligera ideal para la estación de verano. A medida que nos cuentan lo felices que son y lo bien que se lo pasan, se van contoneando a ritmo frenético en lo que al cambio visual se refiere.
Tal velocidad se traduce en 244 cambios de plano y sus tres minutos y treinta segundos de duración. El corte de plano es tan evidente que apenas se le da tiempo al espectador para que capte la imagen, la cual tiene una duración media de 0,87 segundos antes de cada cambio.

"Smack my bitch up" de The Prodigy 1997.

La ciudad de Londres es tomada por escenario en un vídeo que ha recibido tantos premios, que muchos lo consideran el mejor clip que se haya hecho jamás. Siendo de marcado carácter narrativo, la cámara se sitúa en primera persona, aparentando ser los ojos del protagonista que, a priori y según la información que nos van suministrando (espuma de afeitar, brazos fuertes que meten mano a las chicas...) lo identificamos con un hombre.
La velocidad de cambios visuales es vertiginosa, siendo más pausada al principio. Pero una vez que se nutre del alcohol y cocaína necesarios para funcionar, los cortes comienzan a ser más acusados, invitando al espectador a una segunda y tercera revisión del material en busca de curiosos detalles. La cámara gira, expandiendo y contrayendo su imagen, aparentando ser las retinas vidriosas de un alcohólico en celo, extremadamente violento, pero humano al fin y al cabo. Los colores se vuelven turbios y los objetos inestables, escurridizos y borrosos. La irracionalidad de sus actos unida a su profundo descontrol lo llevan a deambular por los más variopintos tugurios.
El deseo desmesurado y la necesidad de sexo tienen por fin respuesta ante tanta negativa. La música perfectamente sincronizada con la historia sigue con su incesante ritmo: el protagonista conduce alcoholizado por las aceras londinenses mientras una voluptuosa striper no para de reírse en el asiento del copiloto. Las relaciones sexuales se producen en la casa que da comienzo al videoclip. La censura hizo estragos sobre todo en estas escenas y muchos estadounidenses se quedaron sin ver el final con sorpresa incluida: la striper se larga y el espejo nos revela que todo el tiempo ha sido una chica la protagonista de la historia y no un chico, como nos habían hecho creer. Una vuelta de tuerca que funciona y que ha dejado a más de uno algo así como patidifuso.

"Do the evolution" Pearl Jam 1998

Las técnicas de animación audiovisual, permiten a Todd McFarlanne y Kevin Altieri - sus directores - la elaboración de una historia muy compleja que si no se hubiera rodado con dibujos hubiera sido imposible producirla por su elevado coste.
El video comienza desde El principio: la denominada explosión del Big-Bang que crea el universo y los planetas. Un viaje espacial a velocidad vertiginosa transporta al espectador al planeta Tierra, un planeta que resulta familiar. La vida en la Tierra no es fácil; la dura realidad se rige por la máxima de que el pez grande se come al más chico, y el pez más grande se come al que es simplemente grande. Luego vendrán los dinosaurios hasta que un meteorito enorme los extingue y será cuando surgirá la raza de entre las razas (por valerme del sarcasmo): los humanos.
Gran multitud de analogías entre antigüedad y modernidad, plagada de muerte, destrucción, violencia y muchas explosiones, conducirán nuestras mentes a la reflexión final: ¿Es esto la evolución, baby? ¿No sería más correcto llamarlo "involución"? ¿Son estas las respuestas que nos ofrece el progreso? La visión, sin duda, pesimista llevarán a un final apocalíptico en el que no quedará nada en pie. Ni siquiera la chica que hace cabriolas a expensas de la historia protagonista. Este hilo conductor, que se contorsiona al ritmo de la música, acabara mutando su rostro al de una calavera que sólo puede significar una cosa: Muerte.

"Karma Police" de Radiohead (1997)

Resulta valiente y honroso que ante tanto frenesí visual modernista, el director de este clip se haya atrevido con una estructura tan simple como es utilizar dos únicos planos en todo el metraje. El ritmo y tempo de la canción ayudan a que esto funcione, adaptándose perfectamente el vídeo a las exigencias de una canción que se ha convertido en todo un mito.
Huyendo de los efectos visuales estrambóticos, el clip narra la historia de un coche, que deambula en la oscuridad por una calzada recta e interminable sin saber muy bien porqué razón. Poco a poco se descubre en el horizonte la figura de un supuesto policía que corre exhausto delante del coche. Al espectador le da la impresión de que si ese hombre deja de correr, el vehículo no parará y se lo llevará por delante. Toda esta tensión acoplada al ritmo pausado, tranquilo que Thomas Edward Yorke, cantante y compositor de los Radiohead¸ le va dando sentado apaciblemente en el asiento trasero del coche.
A pesar de su inminente atropello, el policía, al límite de sus fuerzas se para y el coche le imita, para sorpresa del espectador. ¿Es que acaso no le va a atropellar? Todo indicaba que iba a ser así... El automóvil da marcha atrás, para aclarar nuestras mentes: está tomando carrerilla para atropellarlo mejor. El único resquicio de este crimen perfecto, es el reguero de gasolina que el coche ha ido dejando. El policía, astuto como él sólo, lanza una cerilla entre nervios y temblores que hace prender la gasolina de la calzada.
El coche da marcha atrás ante este giro inesperado de la historia. Pero la velocidad de consumo de la gasolina es más rápida que la del vehículo. Al final, éste queda envuelto en llamas y la canción se termina. Todo filmado de la manera más simple del mundo: una cámara que rota desde el asiento del conductor y otra que se desplaza delante del policía tomando primeros planos de su rostro descompuesto. Toda una obra de arte.