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art XX-XXI
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El lema 4739 del concurso de la plaza Queipo de Llano (1963)
Antonio Jesús Santana Guzmán
07/09/2012


La propuesta de Eduardo Caballero Monrós y Manuel Barbadillo Nocea para la plaza Queipo de Llano en Málaga (1963)

En 1960, tras un largo proceso de expropiaciones y demoliciones, el Ayuntamiento de Málaga decide convocar el Concurso de ideas para la ordenación de la plaza Queipo de Llano –hoy plaza de la Marina–, un gran espacio abierto que surge entre la entrada al puerto y la ciudad histórica.

El arquitecto Eduardo Caballero Monrós solicita la participación en el mismo, si bien su intervención simultánea en otros dos importantes certámenes urbanísticos propuestos para ese año en la Cosa del Sol, como lo fueron el del Polígono Alameda y el de la Zona Residencial Elviria, le impidió poder presentar un anteproyecto a aquél primero.

   

Pero la oportunidad vuelve a surgir pocos años después, en 1963, cuando la administración local, tras cierto descontento con la solución ganadora, convoca el nuevo Concurso de proyectos de decoración iluminación y jardinería de la zona central, resultante de la urbanización de la plaza Queipo de Llano. En este caso, y siguiendo las recomendaciones de las bases, Caballero presentará una propuesta junto al pintor y escultor Manuel Barbadillo Nocea, [Nota 1] bajo el lema anónimo 4739, en la que colaboran a partes iguales. Según la documentación conservada, éste fue el único equipo que solicitó la recogida del proyecto tras la exposición que el consistorio organizó una vez emitido el fallo; dicha decisión es la que probablemente ha contribuido a la conservación de este anteproyecto inédito.

Barbadillo y Caballero presentan como pieza fundamental de su idea una fuente dispuesta en la plataforma central surgida en la explanada mediante el cruce de los nuevos ejes de tráfico, mientras que las isletas menores se ocupan con vegetación de altura media que integra el proyecto en el entorno Alameda-Parque y no resta protagonismo al motivo principal.

  

La fuente posee un estanque triangular, a modo de lámina de agua, circunvalado por un andén del que se separa mediante una cadeneta baja. El elemento más destacado es un cilindro vertical realizado en hierro, que se complementa con un muro curvo elevado sobre zapatas, ubicado en el vértice más meridional. En él se reproducen símbolos relacionados con la oferta turística que proponía la ciudad, a modo de mural esgrafiado –en su cara interna– así como su historia en una escritura en relieve –en su cara externa–, quedando esta última enfrentada al acceso del puerto de Málaga, dispuesta intencionalmente como recibimiento del visitante; los autores proyectan este espacio urbano como un auténtico vestíbulo de acceso a la ciudad.

El cilindro actúa como eje vertebrador de las alturas de la plaza, donde la escala va disminuyendo desde la torre de La Equitativa y su cuerpo menor, pasando por la fachada norte hasta las columnas triunfales del acceso portuario y la vegetación del Parque, entre la que sobresalen los esbeltos troncos de las palmeras. Su disposición central evoca la tradición histórica mediante la cual el cruce de importantes caminos quedaba marcado en el trazado urbano con destacados elementos verticales [Nota 2] tales como los obeliscos, si bien su morfología recuerda más a las columnas conmemorativas. En un paralelismo podríamos relacionar las formas modernas de Barbadillo y Caballero con las del monumento antiguo: el diseño geométrico en hierro equivaldría a los jeroglíficos y las representaciones del muro curvo el basamento donde se ensalzaban los motivos de su construcción. El papel como hito urbano se vería consolidado en horas nocturnas mediante su iluminación, convirtiéndose en un interesante faro urbano con distintos colores.

  

Algunas intervenciones más actuales, llevadas a cabo en Málaga, nos permiten citar una nueva reinterpretación de este cilindro metálico. Si bien su arquitecto indica que fue concebido como una ‘torre’ y que sus formas se inspiraron en la rejería típica andaluza [Nota 3], su volumetría podría responder a las chimeneas que a día de hoy se conservan en Málaga, siendo la mayoría de éstas el único testigo de una fructífera industria. Su aislamiento físico las han convertido en nuevos testigos urbanos que en ocasiones sobresalen por encima de la volumetría de los inmuebles que configuran la urbe. El parangón más razonable se observa en las que aún se conservan en el paseo marítimo de poniente, debido a su cercanía al mar, como le hubiese ocurrido de levantarse este monumento en la antigua plaza de Queipo de Llano. Asimismo, la geometría del hierro calado recuerda la infinidad de diseños realizados en los balcones decimonónicos de la ciudad, por lo que proponemos una nueva relectura como ‘chimenea’ que evoca el esplendor de la industria metalúrgica malagueña.

Entre la documentación conservada sobre esta propuesta, [Nota 4] existe un boceto en el que aparece un conjunto de toros, así como un alzado de la torre coloreada. El bovino es uno de los elementos de la composición de símbolos representados en la parte interna del muro curvo que complementa la fuente, si bien en este caso el estudio del grupo de animales no hace alusión a una representación bidimensional, como podría ser aquélla, sino a una configuración volumétrica, esculpida de forma ruda, facetada, y que parece retomar, voluntaria o inconscientemente, la relación siempre presente entre el cubismo, los toros, Picasso y Málaga [Nota 5]. Al no aparecer este conjunto escultórico en las perspectivas del monumento y la plaza, resulta sensato pensar que ambas ideas –muro curvo y esculturas– no debieron coexistir siendo con toda seguridad el muro una simplificación del conjunto escultórico. Sea como fuere, la tauromaquia se presenta como símbolo de la ciudad, un homenaje que curiosamente recuerda a una fotografía histórica de la plaza, en la que aún se observa el espigón de viviendas que avanzaba hacia el puerto y un hato de toros paseando por ella, dispuesto casi en el lugar en el que Barbadillo y Caballero pensaron ubicar la escultura de estos animales.

   

Cuatro fueron las propuestas presentadas a este certamen de 1963 –frente a las doce en 1960–, siendo la ganadora la 2404, presentada por un equipo de Barcelona [Nota 6] que basaba su anteproyecto en una gran fuente luminosa inspirada en la Font Màgica de Montjuïc. La decoración de plazas reformadas, o de nueva creación, mediante la disposición principal de una fuente como pieza principal, fue usual durante este periodo en el urbanismo español [Nota 7]. Mientras el proyecto ganador presentaba una imagen más universal, la propuesta de Barbadillo y Caballero se inspiraba en la tradición malagueña a través de la inclusión de elementos representativos de la ciudad, una solución que hubiese resultado más que apropiada para el acceso portuario a la capital de un territorio puntero en el turismo tanto nacional como internacional, y que hacia ya uso común de dichos motivos a lo largo de la Costa del Sol.



Agradecimientos:

Eduardo Cabellero Monrós, arquitecto y técnico urbanista.

Mari Pepa Lara García, Directora del Archivo Municipal de Málaga (A.M.M.).



Índice iconográfico

Img. 1-5: Caballero y Barbadillo, lema 4739, composición, planta de plaza y fuente monumental, en Archivo personal de Eduardo Caballero Monrós (A.P.E.C.M.)

Img. 6: Caballero y Barbadillo, lema 4739, perspectivas 1 y 2, en A.P.E.C.M.

Img. 7: Caballero y Barbadillo, lema 4739, iluminación nocturna de la fuente monumental, en A.P.E.C.M.

Img. 8: Chimenea de la industria siderometalúrgica Los Guindos desde el espigón de La Térmica, fotografía Francisco J. Rodríguez Marín.

Img. 9: Caballero y Barbadillo, lema 4739, alzado de la fuente monumental visto desde la Acera de la Marina, en A.P.E.C.M..

Img. 10-11: Caballero y Barbadillo, lema 4739, boceto de esculturas de toros y la 'torre' coloreada, en A.P.E.C.M.

Img. 12: Plaza de la Marina. Piara de toros, ca. 1940, fotografía de Arenas, en A.M.M., catálogo fotográfico, reg. 140. Caballero y Barbadillo, lema 4739, alzado de la fuente monumental visto desde la Acera de la Marina, en A.P.E.C.M..


Nota 1: Barbadillo y Caballero se conocieron en Melilla, donde el primero realizaba las prácticas de la Instrucción Premilitar Superior (I.P.S.) y el segundo tenía su residencia. La primera vez que trabajaron juntos fue en la Iglesia de San José, construida en 1956 por el arquitecto barcelonés en el poblado de San Juan de las Minas-Uixan (Marruecos) y decorada tanto en su interior como exterior por el artista sevillano.

Nota 2: En su momento la plaza Queipo de Llano era el punto de partida de las carreteras que se dirigían a destinos como Algeciras, Almería, Antequera, Granada y Torremolinos, entre otros.

Nota 3: Eduardo Caballero Monrós, entrevista 24 de abril de 2012.

Nota 4: Archivo personal de Eduardo Caballero Monrós (A.P.E.C.M.), Concurso Plaza Queipo de Llano Málaga, s.f.

Nota 5: Teoría expuesta por el artista Marc Montijano Cañellas.

Nota 6: Fernando Salvia Sagrera –ingeniero industrial–; Juan Catala Soler –perito industrial; especializados en instalaciones hidráulicas (fuentes luminosas) y luminotecnia–; Joaquín Mª Casamor de Espona y Antonio Mª Riera Claville –arquitectos doctorados, diplomados en Urbanismo y especializados en jardinería y paisajismo–, en A.M.M., Ayuntamiento de Málaga, leg. 5581/2, “Concurso proyecto-solución de urbanización, decoración, iluminación y jardinería de la plataforma central de la Plaza Queipo de Llano de esta ciudad”, 1963.

Nota 7: Téngase como ejemplo el cercano de la plaza de José Antonio –actual de la Constitución–, donde entre 1959 y 1960 se instala la conocida popularmente como Fuente de las Gitanillas –hoy desmontada– y que se inspira en la anterior Fuente de las Tres Gracias –hoy en la plaza de Torrijos–.


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DATOS DEL AUTOR:

Antonio Jesús Santana Guzmán (n. 1978, Málaga) Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Málaga (2003), ha sido Personal Docente e Investigador en Formación (2005-2009), posee el Diploma de Estudios Avanzados (2006) con la investigación de los edificios de culto contemporáneos de la Costa del Sol y desarrolla su Tesis Doctoral sobre la obra del Arquitecto Eduardo Caballero Monrós; ha participado en diversos proyectos I+D entre los que destaca el Informe Histórico Artístico sobre el Antiguo Mercado de Mayoristas de Málaga, el catálogo de edificios protegidos del Plan General de Ordenación Urbana de Málaga y el actualmente en vigor Arquitectura, ciudad y territorio en Málaga 1900-2008 de la Junta de Andalucía, publicando el capítulo “Dotaciones y proyectos urbanos para una nueva capital” en el libro del mismo nombre (2012). Tras la concesión de la beca Erasmus en Roma ha realizado diversas estancias en Italia a través de la Facoltà di Architettura dell'Università degli Studi Roma Tre para el estudio de la arquitectura contemporánea italiana. Sus líneas de investigación principales son la Arquitectura, el Urbanismo y el Patrimonio. Ha participado en diversos congresos y foros sobre Arquitectura y Arte, con la presentación de ponencias, como en Murcia (2008) y Oaxaca, México (2011), o como colaborador en diversas secretarías técnicas organizadoras.